Supongo que budistas, filósofos de medio pelo y gurús de la autoayuda tienen razón cuando dicen que los extremos se tocan. Comedia y drama, realismo y fantasía van de la mano; los extremos se tocan, el colmo de la desgracia empalma con el comienzo de la risa ante la increíble ridiculez… como lo demuestra esta “Precious”, este intento de obra maestra del cine social que se queda en un episodio de “Callejeros” de larga duración.

Sí, he dicho “comedia” y no es una errata ni una maldad: como ya todos sabreis a estas alturas, Precious es una chica extremadamente obesa, extremadamente de color y extremadamente desgraciada que vive con una madre que no hace más que comerle la moral. Y se la come extremadamente, claro… pero el problema de los extremos es que una vez alcanzado el punto de saturación de dramas y tragedias, la película pierde pie y flota hacia el terreno de lo irreal en el que ya nos da igual lo que le pase a la muchacha y simplemente nos preguntemos con cierta sorna: ¿Qué nueva putada le hará los guionistas a esta desgraciada?

Y claro, cuando llega la nueva putada en un momento en el que todos pensábamos que ya había tocado fondo, la desgracia se acoge con cierta hilaridad... no hacia el drama de la muchacha, claro, sino hacia la situación en general. Es triste, me avergüenzo, pero a cada nuevo golpe del destino sólo pienso en qué cabrones son los responsables de la historia y en cómo se pasan, dejando en segundo plano a la pobre Precious como persona. Claro que esas escenas oníricas de sueños y bailes tipo Marisol tampoco contribuyen a tomarnos la peli en serio… Y es más, si las llega a rodar Von Triers o Mariano Ozores, más de uno de los que se llenan la boca con tanto realismo social la estarían poniendo verde.

Es complicado de explicar y creo que al final estoy quedando como un bastardo insensible… pero la película no funciona. Para mí, claro está. Y eso que el elenco de actrices de color lo hacen realmente bien, incluyendo una notable Mariah Carey a la que todo el mundo pone a parir (lo que demuestra que no entiendo mucho de ésto y escribo por sensaciones) aunque sólo sea porque parece que hagan de sí mismas. Pero ni me trago la historia por mucho que esté basada en hechos reales, ni me conmueve lo más mínimo una obra diseñada para derretiros sin haber pensado un objetivo más alla de hacer pasar un mal rato.