Buena serie. Relativamente corta, ya que consta sólo de 10 episodios de 30 y pico minutos cada uno.

Comienza fuerte, pero tiene un poco de bajón al medio ya que le dan demasiadas vueltas a la misma bronca durante 3 ó 4 episodios y se hace un poco pesado.

La historia narra el ascenso de violencia verbal y física entre dos personas, que da inicio cuando tienen un encontronazo con el coche en un párking de una gran superficie. Estas dos personas son Amy y Danny, dos almas profundamente dañadas y que, a nivel personal, sólo saben tomar malas decisiones. En el caso de Amy su dolor está muy enmascarado, ya que supuestamente es una feliz madre de familia y una empresaria de éxito.

Y es que los eventos que se van desarrollando te hacen pensar en cuando van a parar de (auto) destrozarse las vidas gratuitamente estos dos personajes, intentando hacer daño al otro, y a su vez arrastrando a la miseria a todos los que tienen a su lado.

Los dos últimos episodios son la traca final. El penúltimo episodio es muy interesante en cuanto acción y gore, y el último es la ida de olla final de estos dos perdedores de la vida.

Estoy seguro que hasta el momento final te preguntarás: ¿De verdad no pueden hacer otra cosa?

Y es que hay gente que, como es criada en el dolor y el sufrimiento, aprende que el dolor y el sufrimiento es lo que deben sentir y hacer sentir. Hasta el final.