Debe ser casi vergonzoso el poquísimo dinero que se han gastado en continuar el invento.
Pero, el secreto para el éxito: actorazos, y nada de miedo.

De verdad que 'Creep 2' podría haber sido basura completa.
Una repetición, un alargamiento, o (peor) una traición a su concepto original.
Pero Mark Duplass y Desiree Akhavan improvisan su camino fuera de cada esquina, buscando siempre incomodar al otro, y casi se nota que en muchas escenas lo consiguieron.

No es terror saltimbanqui el que aquí encontramos: sino terror soterrado, del que tras hablar los suficientes minutos con una persona notas como no le riega bien lo de arriba, y desesperas por ser lo suficientemente amable como para terminar la conversación sin que se dé cuenta.
Ya usaba esa fórmula la primera, pero aquí es peor, porque la que lleva la cámara renuncia a ser avatar del espectador, y nos deja solísimos a cada "¿¿pero qué van a hacer ahora??".
Y es que, para mí, hay pocas cosas que den más miedo que el comprobar que todos estamos locos, pero algunos más (mucho más) que otros.

Considerando lo rancia que podría haber sido, tiene mérito que aquí todavía haya sorpresa ante la demente manera de encarar un desconocido de las páginas amarillas.