No sé cómo sonará, pero esta película si no fuera italiana no sería la misma. No es como decir que sería otra si la hubiera dirigido otro, no, se trata de una historia que siendo italiana es diferente, porque sale un inmenso Mastroianni por ejemplo, porque hablan sin parar ni para respirar y porque está ambientada en el norte del país y hablan como si los del sur fueran de otro planeta.

Me alegra ser el primero en dar una opinión concreta sobre "La mujer del domingo" y empezar diciendo que no me la imagino mejor si no fuera italiana. El tema central es un asesinato, que puede ser el mismo que miles y miles de películas de cine negro americano. Un fiambre, unos policías detrás y muchos frentes abiertos que acaban cerrándose al final con la aparición del culpable. Una película así hecha en los USA sería diferente, por ejemplo el asesinado habría muerto por un disparo, lo habrían estrangulado o lo habrían tirado desde un quinto piso. Pero como esto es Italia, atención, y aunque el asesinado y los principales sospechosos pertenezcan a la clase alta, el arma homicida es un enorme y pesado pene de piedra. Una maravilla.

Detrás de las cámaras hay un italiano y para nosotros queda una historia policiaca que tiende al humor necesariamente, con muchos guiños que no entenderemos del todo aquellos que no estamos impregnados de su cultura. Con su pasión, su manera de ser, sus costumbres y hasta su moral atraviesan la pantalla y nos abofetean. La película seguramente no es perfecta, pero entretiene una barbaridad, es divertida e ingeniosa, tiene momentos que demuestran que hay mucha inteligencia detrás de las cámaras y unos actores que brillan desde el primero hasta el más secundario.