Es bastante habitual no exigirle demasiado a cierto cine, por lo que sea, como creo que es el caso en el que nos encontramos. Generalmente al cine español de la década en cuestión no se le pedía demasiado, más allá de entretener cualquier cosa funcionaba, así que no es raro toparse con el cantante del momento haciendo cualquier cosa delante de la pantalla. Y todos aplaudían y muchos aplauden aún hoy. Es gratificante entonces ver más allá, encontrarse con algo más allá que el folclore y los toreros, aunque de forma paradójica a alguien le cueste ver a Closas y a López Vázquez en París, en un apartamento en el que va a suceder de todo, y con un inspector de policía que, efectivamente, no es de la Guardia Civil.

No sé si me he explicado bien: "Usted puede ser un asesino" de José María Forqué va más allá y efectivamente está por encima de todo lo que se hacía en ese momento y en el mismo lugar...

Estamos en Francia entonces, el machismo por desgracia sigue siendo el mismo, de tal manera que esperar a que la mujer de uno doble la esquina para irse con otra es algo que, dicho por ellos mismos, se merecen de de vez en cuando. Es lo que hay, eso no se puede cambiar. Pero es fresca, es teatro del bueno, con unos actores tocados por la barita y sobre todo, lo que quisiera destacar, es que el humor funciona cuando todo parecía indicar que no. Tenemos a López Vázquez sobreactuando demasiado, pero funciona. Es posible echarse unas risas hoy, aunque el guión tenga muchísimos agujeros y tengamos que pasar por alto demasiadas cosas que son porque sí, para que al fin y al cabo nos preguntemos todos quién puede ser el asesino, qué ha sucedido delante nuestro.