Impresionante es que con vídeos caseros de miles de personas se haya conseguido hacer un documental así, lo cierto es que me esperaba menos de lo que terminó siendo, pero me ha sorprendido gratamente. He llorado, he reído, me he asombrado,he temido, me he ilusionado...al final me dio pena que terminara porque, como una droga, al final quería más. No puedo más que recomendarla, y un consejo que os doy es que hay que dejarse llevar, sino os emociona posiblemente tenéis una psicopatía. Totalmente recomendable.