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Time Bandit rating:
7
Western. Drama Forced to give up his land and his only home, cantankerous Texas rancher Red Bovie isn't about to go quietly to the dismal trailer park that's all he can now afford, and instead goes off with his grandson Gally - son of his long-estranged son Jimmy - for one last wild and woolly adventure during a night in Old Mexico. Written by ANIOM Casting Breakdown
Language of the review:
  • es
May 19, 2014
14 of 19 users found this review helpful
Tres años después de Pájaros de Papel, uno de los mejores dramas que se han rodado sobre los primeros años que siguieron a la Guerra Civil, Emilio Aragón nos trae su segunda película. Se trata de un Road Movie con sabor a Western crepuscular, con varios puntos en conexión con su primera ópera prima: la nostalgia, la pérdida personal y material, el exilio… y algún que otro momento musical insertado en mitad de la trama. Si en el debut, dentro del reparto destacaban por encima del resto Imanol Arias y Lluís Homar, aquí es Robert Duvall quien se come con patatas al resto del reparto sin ningún problema; sin lugar a dudas, su participación es uno de los alicientes más fuertes para ver la película; es bastante significativo que fue precisamente el interés del oscarizado actor por participar en el proyecto lo que hizo que el hijo del legendario Miliki aceptara dirigir la película; sin Duvall esta obra jamás hubiera sido lo mismo.


La fotografía a cargo de David Omedes es uno de los puntos fuertes de la obra, reflejando en todo momento y con gran acierto el tono crepuscular y melancólico de la obra. En cambio, el guión firmado por William D. Wittliff de excesivamente convencional, en muchos momentos predecible y muy irregular a niveles generales. En diferentes partes de la obra se aprecian ciertos ecos de obras como “Sin Perdón” de Clint Eastwood, la primera parte de “Abierto hasta el Amanecer” de Robert Rodríguez o “No es país para viejos” de los Hermanos Coen, perdiendo en ambas comparaciones. Pero, afortunadamente, el buen hacer de Emilio Aragón, la cuidada fotografía, y especialmente, la actuación protagonista, hace que se perdonen la mayoría de las disfunciones del guión.


La obra gira en torno a la frontera que separa México y Estados Unidos; normalmente (al menos en las películas) los que la cruzan en dirección sur lo hacen para huir de la justicia; en cambio nuestro protagonista, un viejo cowboy, lo hace huyendo del deprimente destino que se niega a aceptar. Va a México, país de gran importancia en su juventud, junto al nieto que acaba de conocer. Por el camino se encontrarán a una joven cantante mexicana, frustrada porque a los turistas “gringos” les interesan más sus curvas que su voz. Todo se complicará cuando nuestros protagonistas se ven involucrados en una trama criminal, que es una de las partes más pobres del guión; si se hubiera pulido más, podría haber resultado algo interesante, pero sólo ha quedado en una versión simplista de, la antes citada, “No es país para viejos”. Dentro de los villanos, de las funciones destaca la presencia de Luis Tosar, que cumple con su labor pese a lo poco desarrollado que está su personaje; problema que comparte con el resto de maleantes de la función.


De dicha trama criminal, lo más destacable es la motivación del personaje de Robert Duvall (una vez más, los mejores aspectos de la obra gira a su alrededor) para quedarse con el dinero, y así conseguir huir de vivir sus últimos años en la miseria. Desde que comienza hasta que finaliza la película, cuesta mucho no sentir simpatía por el personaje principal, lo que ayuda a terminar su visionado con una mejor impresión de la misma. “Una noche en el viejo México” es una película con fallos (especialmente de guión) pero también cosecha una buena lista de aciertos, logrando que sea una película amena de seguir; y gracias al carisma de su protagonista, hace que nos olvidemos de su predecible guión y permanezcamos atentos a los sucesos que le rodean. Personalmente, espero con ganas la tercera incursión de Emilio Aragón en el mundo de la dirección cinematográfica, y a poder ser que vuelva a hacerlo con un guión propio, ya ha demostrado que se le dan mejor.

Lo mejor: Robert Duvall, y sus conversaciones con su nieto ficticio.
Lo peor: un guión irregular y predecible.
Time Bandit
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