Enésimo telefilm que tiene como tema principal la narración de un secuestro, el cual está lógicamente mal llevado a cabo por parte del secuestrador, sin una explicación coherente y presentado sin ningún aliciente para afirmar que estemos viendo aunque sea algún esbozo de cine.
Y digo eso de lógicamente por aquello de tratarse de un telefilm con tan pobre nota media, procedente de Canadá, vamos que si escribo esta crítica es por poner a caldo una cinta plana, previsible, tópica, insustancial y tan poco atractiva como ésta. La peli además de tener como único logro el equipararse a cintas que nos amargan la tarde de sobremesa cinematográficamente hablando, cuenta con la "inexplicable" presencia de Tom Berenger, actor que realiza papeles de secundarios en pelis más agradables que la que nos ocupa. Viéndolo actuar no me extraña que se haya metido en esto. Peores resultados se han visto, pero este telefilm tiene en su haber un mérito de hacer que aunque te pierdas diez minutos de visionado no pierdas el hilo de la historia, gracias a estar contado de forma pésima, y sin ningún tipo de sobresaltos pese a que su argumento manido para variar daba para algo más.
Vamos que esto de Horas desesperadas, título sacado y elaborado al compás del telefilm va a juego con lo que la cinta nos deja y eso se traduce en: cansancio, apatía desinterés e incluso enfado y tristeza al ver como el concepto de hacer cine es inexistente para determinados personajes, cadenas televisivas y demás parafernalia.