Cuando vi esta película por primera vez me gustó mucho, y después de varios visionados no sabría decir por qué.
En realidad, es una historia de acción relativamente simple, que con su trama de asesinatos, su desarrollo en varias ciudades del mundo y un buen ritmo, engaña. Lo digo porque solamente hay tres escenas de acción muy puntuales (hotel, estación de trenes y el final). Además, solamente dura 90 minutos en su versión del director y contando los títulos de crédito, con lo cual no queda mucho tiempo para nada más.
La persecución del agente de la Interpol, la presencia de la espectacular Olga Kurylenko, y la conspiración rusa (con caras conocidas de las series de televisión) van rellenando tiempo de metraje.
Siendo objetivo, no cabe duda de que es un thriller entretenido, pero que tampoco se puede decir que sea un peliculón, como me pareció inexplicablemente la primera vez que la vi.
En cuanto a lo que se refiere a adaptar el videojuego, pues no es el peor ejemplo, visto lo visto. El personaje está clavado, tanto en su aspecto como en su personalidad, frío y carente de emociones para desempeñar bien su trabajo de asesino. La ambientación y esencia de la saga de juegos ya no está tan bien llevada a cabo. No veo gran cosa de la infiltración, sigilo y planificación meticulosa que este calvo tenía que hacer para ejecutar sus contratos sin que nadie lo pillara. En los juegos esto era así (al menos si no contamos las últimas entregas), y no veo que lo hayan tenido mucho en cuenta. Además, es un poco absurdo el guiño que hay, cuando entra en la habitación y hay dos chavales jugando al juego en la consola. El “Ave Maria” de Schubert también sonaba en los juegos y lo han metido un poco con calzador aquí.
Supongo que a los fans del agente 47 les gustará bastante, porque tampoco creo que destroce demasiado a los juegos como sí lo han hecho otras adaptaciones.