No siempre un drama sobre algo absolutamente cotidiano y normal, que mucha gente ha tenido que sufrir en la vida, da como resultado una película tan interesante como esta.
Pero la buena dirección y sobre todo la gran labor de dos de los grandes de nuestro cine, logran emocionar.
La película transmite el hastío, la tristeza y la impotencia de encontrarse en el paro, en un mercado laboral que no quiere saber nada de gente con más de 40 años.
Quizás lo más triste de todo es que, unos cuantos años después de su estreno, llegó la crisis y hubo millones de personas, no solo en España sino en todo Occidente, que tuvieron que pasar por una situación parecida a la de estos personajes.
Bardem y Tosar se salen. También podemos ver en un papel secundario al gran Fernando Tejero, antes de hacerse popular en sus series de televisión.
Se nos cuenta también la hipocresía de una sociedad en la que a veces no sirven de mucho los derechos mínimos, como el de la huelga.
Pero lo mejor de todo es la actuación de Bardem, uno de nuestros mejores intérpretes, luchando por solventar una situación completamente injusta que le hace la vida imposible.
Como digo, es una de esas películas simples y con un argumento muy real. La buena labor de director y reparto logran hacerla muy intensa e interesante, sin llegar nunca a aburrir, a pesar de lo poco atractivo (a priori) de su punto de partida.