Snatch. Cerdos y diamantes es una película inclasificable. Cine negro, acción, comedia negra, comedia de enredo... y todos sus aspectos tratados de forma notable y unidos de manera sobresaliente.

Guy Ritchie se dio a conocer con Lock & Stock y ahí ya dejó ver que iba a ser un director con tantos admiradores como detractores. Aquí el director inglés da una vuelta de tuerca más a su ya peculiar modo de ver el cine y se desmarca de cualquier convencionalismo. El guion de Snatch aparenta ser más complejo de lo que en realidad es gracias a que Ritchie es un guionista astuto y un director bastante bueno. Es por eso que la historia que nos cuenta nos entretiene a un nivel tan alto. Ritchie distribuye de manera soberbia los minutos en pantalla de cada parte de la trama para que el espectador esté confundido y no llegue a entrar del todo en ninguna de las historias hasta que él mismo decide ir uniéndolas poco a poco, como ya hiciera en su anterior trabajo. Esa es la mejor baza de Ritchie en lo referente al apartado narrativo: cuenta lo que quiere contar de la forma que quiere contarlo. Por otra parte, en lo visual, los travellings, cámaras lentas, iluminación y miniescenas a modo de cortinilla, Ritchie vuelve a encandilar a los que disfrutaron de su ópera prima y vuelve a irritar a quienes no les gustó.

El reparto es amplio y no hay absolutamente nadie que flojee, aunque la estrella indiscutible es un Brad Pitt (sin exagerar, podría decirse que está perfecto) en uno de sus trabajos más pintorescos y más divertidos. El protagonista (o al menos con quien empieza la historia, con permiso de Benicio Del Toro) es Jason Statham, que hace un trabajo muy acertado. Como villanos, tenemos a Dennis Farina (genial), a Rade Serbedzija (cómico y peligroso al mismo tiempo) y a Alan Ford (el mejor tras Brad Pitt). El reparto lo completan un divertidísimo Robbie Gee, el inspiradísimo (aunque con poco protagonismo) Mike Reid, un gracioso Stephen Graham que acompaña constantemente a Statham y dos actores que ya trabajaron con Ritchie en su anterior película(al igual que Ford y Statham): Vinnie Jones, que más o menos repite papel con un resultado excelente y Jason Flemyng, escudero del magistral Brad Pitt en Snatch.

Resumiendo, que es gerundio: los que alucinaron para bien viendo Lock & Stock, volverán a hacerlo con Snatch. Los que alucinaron para mal, volverán a hacerlo con Snatch. Guy Ritchie es un cineasta muy, muy particular que no renuncia a su estilo y que a mí, personalmente, me parece un tipo con una capacidad impresionante para entretener y para dar salsa a un género habitualmente un tanto tramposo e insustancial.