Esta película argentina se inicia de forma prometedora pero según avanza va perdiendo fuelle como aire de un globo pinchado.
La idea es interesante y parte de la adaptación del libro de Pablo de Santis. Tiene un apartado técnico cuidado y una buena dirección artística, teniendo en cuenta que es uno de los proyectos más ambiciosos del cine argentino. Muestra de ello es la elección de un reparto internacional y la grabación en inglés, de ahí que veamos actores anglosajones como el chaval protagonista David Mazouz (Touch), Tom Cavanagh (The Flash series) o un desastroso Joseph Fiennes (Shakespeare in Love) que pretende emular a su hermano Ralph recreando una especie de Voldemort más tirando a Papanatasmort. Tras las cámaras está Juan Pablo Buscarini (Pérez, el ratoncito de tus Sueños) al que parece que se le queda demasiado grande el proyecto, puesto que su experiencia previa se limita a realiza películas infantiles animadas.
Se aprecia en esas intenciones que se queda un poco plana con respecto a las intenciones de sus protagonistas y el atisbo de evolución es como un parpadeo inapreciable. De cara al público adulto, se hace aburrida y simple, a pesar de contar con una pizca de imaginación bien condensada. Pero esa falta de inteligencia y madurez la lastran demasiado con otras producciones que saben ofrecer divertimento tanto para el público adulto como para el infantil.
Sin duda alguna, lo chavales la verán atentos, aunque es cierto que las casi dos horas que dura pueden ser excesivas puesto que hay partes que quizás sobran. Aunque esta es mi humilde opinión.