Es una película que desafía las convenciones de la comedia romántica tradicional, ofreciendo una trama que entrelaza el humor con la melancolía de una manera que cautiva al espectador. La historia sigue a Cal Weaver, interpretado por Steve Carell, un hombre que parece tenerlo todo: un buen trabajo, una hermosa casa y una familia encantadora. Sin embargo, su mundo se derrumba cuando descubre que su esposa, interpretada por Julianne Moore, le ha sido infiel y desea el divorcio.

Lo que podría haber sido una simple narrativa sobre desamor y redescubrimiento, se transforma en una exploración más profunda de las relaciones humanas y la búsqueda del amor en diferentes etapas de la vida. La película es consciente de los clichés del género y los maneja con inteligencia, permitiendo que los personajes brillen con sus propias complejidades y deseos.

Steve Carell ofrece una actuación notable, encarnando a un hombre común enfrentado a una crisis matrimonial, mientras que Ryan Gosling, como el joven seductor, entrega una interpretación memorable. El elenco se complementa con las actuaciones de Julianne Moore y Marisa Tomei, quienes aportan sofisticación y comedia a la trama.

Se destaca por su guión bien elaborado, diálogos ingeniosos y una dirección que equilibra adecuadamente el drama con el humor. Aunque no se aleja completamente de su género, la película logra ofrecer una perspectiva fresca y entretenida sobre el amor, la locura y la familia.