Uno de los films del realizador Howard Hawks que alcanzó mayor popularidad. El guión, de Abem Finkel, Harry Chandlee, Howard Koch y John Huston, se inspira en la biografía de Alvin C. York (1887-1964), el soldado más condecorado de la IGM, y en los libros: “Sergeant York: His Own Life Story and War Diary” (1928) y “Sergeant York: Last of the Long Hunters” (1930). Se rueda en escenarios naturales de Burro Flats (Simi Hills, CA), Warner Rancho (Calabazas, CA) y en los platós de Warner Studios (Burbank, CA). Nominado a 11 Oscar, gana 2 (actor principal y montaje). Producido por Jesse Lasky, Hal B. Wallis y Howard Hawks para la Warner, se presenta en sesión de preestreno el 2-VII-1941 (EEUU).

La acción dramática, dividida en dos partes diferenciadas, tiene lugar en una granja próxima a un pequeño poblado del Valle del lobo de tres patas, de las montañas Cumberland (Tennessee) y en territorio próximo al que será campo de batalla de Argonne (Francia). La acción del film se prolonga a lo largo de unos 4 años. El rudo labrador Alvin C. York (Cooper), juerguista, bebedor y alborotador, se enamora de una muchacha de la localidad, Gracie (Leslie). Por diversas circunstancias descubre en su interior una profunda religiosidad, que se da asociada a una actitud abiertamente pacifista y contraria a la violencia y al homicidio, de acuerdo con las creencias cuáqueras del pastor Rose Pie (Brennan). Alvin, de escasa formación y de reacciones simples y primarias, es inteligente, noble, sencillo y aficionado a la caza. Tiene una puntería natural extraordinaria y goza de un admirable sentido de la coherencia y la dignidad.

El film suma biografía, historia, drama, romance y guerra (IGM). Es promovido, no sin dificultades y entre indiferencias, por Jesse Lasky, como medio de propagar en el país la conciencia de la necesidad de que los EEUU intervinieran en la IIGM en defensa de la libertad, amenazada por el avance del ejército nazi sobre Europa y el Norte de África y la debilidad de los países democráticos. El estreno del film sólo dos meses antes del bombardeo japonés de Pearl Harbour (7-XII-1941) y la incorporación del país a la guerra, propiciaron el éxito del film y la popularidad del mismo, de sus actores principales y del realizador.

La narración es realista, natural, verista y de una grata profundidad humana. Tras años de películas antibelicistas, la de Hawks adopta una posición que combina una condena de la guerra y la argumentación de la necesidad de afrontarla cuando se hallan amenazados los valores de la libertad, la democracia y la soberanía del país. Muestra la sordidez de la guerra, con especial énfasis en la brutalidad de la misma, la soledad, el fango, el frío, la humedad, etc. No muestra los males de la guerra visualmente, sino a través de sus consecuencias: sufrimiento, dolor, pérdida de amigos, etc.