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RAMON ROCEL rating:
5
Western A cigarillo smoking stranger (Eastwood) rides into the Mexican border town of San Miguel, a town in which rival factions are battling for control: there are those employed by Sheriff John Baxter, who sell whiskey and guns to the Indians, and those led by Ramon Rojo. As he rides into town, the Man With No Name (occasionally referred to as Joe) is taunted by the Baxters, who shoot at his mule's feet. Upon discovering the status quo in the ... [+]
Language of the review:
  • es
June 25, 2010
12 of 18 users found this review helpful
Si, efectivamente, dentro de la trilogía de Sergio Leone “Por un puñado de dólares” resulta el filme feo; aunque aquí se tenga un precedente para lo que después vendría:
EL FEO: “La muerte tenía un precio” filme ya antes analizado y todavía tosco y rudimentario aunque ya mas conjuntado con la clásica música de Morricone.
EL BUENO: “El bueno, el malo y el feo” resultó la cumbre de la obra de Leone. Ya una historia bien estructurada y actuaciones inolvidables. Música explotada al máximo.
Pero volvamos al “malo”, es decir; la película que me ocupa está crítica.
“Por un puñado de dólares” es un filme, modesto; da la impresión que se hizo tan solo con un “puñado de dólares” quizás no le tenían mucha fe al Spaghetti Western. Y esto se refleja en la producción. En cuanto a las actuaciones, Eastwood se pone el disfraz de pistolero de rostro duro, curtido, mirada resentida, casi sufriente al borde de la ira congelada. De dimensiones que rayan en un ser omnipotente, el personaje de Clint Eastwood se dibuja solitariamente en aislamiento que con esa infalible puntería con el gatillo, se va carcomiendo y reduciendo a un miserable gatillero, hasta que se topa con otro ser tan marginado o aun más que él, el personaje de Gian Maria Volonté y aunque le da el pasaporte en ese pueblo fronterizo para convertirse en un gran anti héroe. En resumen, la película es muy pobre, y sus personajes están tan aislados, tan metidos en si mismos, que nos dejan una sensación de no estar satisfechos. Porque este platillo Spaghetti Western; si lo comemos por separado nos da una sensación de gran melancolía que nos hace pensar que dos años para saborear el plato fuerte y el postre, es mucho tiempo, en estos desolados parajes desérticos del salvaje oeste.
RAMON ROCEL
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