Cine clásico argentino en todo su esplendor. Todo se ve tan bien, tan lindo, desde los arboles, las flores, los actores, los diálogos, la dicción, los decorados, los vestidos, peinados, todo se ve precioso.
Es curioso Soffici logra retratar una ensoñación, de una forma tan elegante, lúdica, agradable y melancólica a la vez. Los personajes tiene esa dulzura extraña y traicionera de la primavera, aunque casi todos son buenos y el único desagradable que hay lo limitan a decir un par de frases incomodas.
Todo tiene un encanto irrealista, es una oda a lo romántico, a un amor inconfesable, pero que es un secreto a voces para los enamorados.
Una forma muy linda de retratar un triangulo amoroso. Claro que hay que entrar en su universo y dejarse envolver, sino les va a parecer un bodrio cursi e insoportable, no es para todos.