El juicio es la excusa para hablar de la intolerancia, el fanatismo, el oportunismo politico y religioso.
Retrata todo el daño que puede ser la religión mal entendida, como cada líder o autodenominado representante y conocedor de la forma en que debe ser leídas y tomadas en cuenta las palabras de la biblia, como las tergiversan basándose en sus propios prejuicios para justificar su megalomanía o crueldad.
Lo peor: caricaturiza a todos los religiosos, ninguno (exceptuando, Sarah, la mujer de Brady ) son autoritarios, fantásticos, megalomanos, prepotentes, oportunistas o estúpidos.
Es lenta y reiterativa.
Lo mejor: Spencer Tracy, fantástico como casi siempre, de los mejores actores en la historia de Hollywood. La fotografía es bellísima. El mensaje a favor de la tolerancia bien entendida como lo que es: el respeto al contrario, sin que el otro quiera imponerte sus puntos de vista.