Me alegra mucho poder haber visto por fin esta película que tanto ha dado que hablar, me alegra que Sandra Bullock se decidiera a dar vida en pantalla a este personaje real que es Leigh Anne Touhy, alma de esta película. La Bullock sorprendió a propios y extraños ganando por primera vez en su carrera el Oscar a la mejor actriz y creo, sinceramente, que se lo merecía. Actriz que siempre me ha caído bien, pero a la que reconozco no estar muy acertada en más de una ocasión con los trabajos que decidía hacer, creo que ya era hora de que luciera su potencial dramático. Espero que otras actrices de la misma índole como puede ser Jennifer Aniston tengan también algún día esta oportunidad. La película me parece muy correcta y me anima el hecho de que todo lo que se cuenta en pantalla ha sucedido en la vida real. Cada día agradezco el haber nacido en una familia que me ha apoyado tanto y en un mundo de posibilidades que no todos, desgraciadamente pueden disfrutar. La cara de estupor del personaje de Bullock cuando descubre que el chico afroamericano al que ha acogido no ha tenido nunca una cama en la que dormir es totalmente comprensible. Desgraciadamente esa es la realidad de muchas personas en este mundo que poblamos. La película merece la pena y mucho. Bravo por Sandra Bullock y su sincera actuación y bravo también por Quinton Aaron que nos deja una interpretación en la que las miradas dicen mucho más que las palabras. El pequeño Jae Head está para llevárselo a casa directamente. Kathy Bates nos deja con ganas de más con su minúsculo papel.