Mi tarde cinematográfica de ayer fue de ésas que te dan una grata sorpresa. Una cuando se dispone a ver una película nunca sabe a ciencia cierta qué es lo que se va a encontrar en ella y esta pequeña y desconocida película, segundo trabajo en la dirección de su director, quién vuelve a coincidir con un Forrest Whitaker que no sólo actúa en ella sino que también es uno de sus productores, ha resultado ser una de las que me gustan a mí, de ésas que cuentan vidas cercanas a una, con las que te puedes sentir fácilmente identificada, de historias y personajes que se cruzan a lo largo del film. Para mí, uno de los aciertos fundamentales de la película es el haberse rodeado este director de un plantel de actores que se han metido de lleno en sus personajes, lo cual es de agradecer. De Forest Whitaker no puedo decir más que me produce siempre una tremenda ternura y que parece estar cogiéndole gusto a este tipo de películas, ya que también era uno de los protagonistas de "El aire que respiro", film de corte muy parecido a éste que nos ocupa. Whitaker me ha parecido siempre un muy buen actor, luchando con un físico poco favorecedor y demostrando que tiene una versatilidad asombrosa. Junto a él otro veterano en ésto de la actuación como es Ray Liotta, un actor que no se prodiga mucho últimamente y al que el director decidió ofrecerle este papel tras encontrarse con él por casualidad en un restaurante de Los Angeles. Liotta aparece francamente demacrado físicamente, pero sigue con su buen hacer a la hora de interpretar. Un Patrick Swayze difícilmente reconocible interpretaría aquí su último papel en el cine antes de que el maldito cáncer se lo llevara. Su hermano, de gran parecido físico con él, tiene una pequeña aparición como portero del club de striptease. Lisa Kudrow, de lo mejorcito que ha salido de esa serie de televisión tan sobrevalorada para mí como es "Friends", tiene aquí un pequeño papel al que la simpática actriz saca el máximo de provecho. ¿Para cuándo un buen papel protagonista para esta infravalorada actriz?. Descubro a un actor interesante, el joven Eddie Redmayne, al que habrá que seguirle la pista, al igual que al latino Alejandro Romero, actor que debuta aquí en el cine y cuyo físico me recuerda mucho a Gael García Bernal. Pero sín duda, como muy bien apuntan otros usuarios, la gran sorpresa de la película ha sido la buenísima actuación de una actriz de la que poco se podía esperar, una Jessica Biel que la primera vez que la ví actuar fue en "El ilusionista" y que me pareció fría y sosa hasta decir basta y que aquí se transforma en una stripper de vida difícil que se come la pantalla cada vez que sale. Bravo por la Biel, si sigue así y no se encasilla en papeles de mujer florero puede dar mucho más que hablar.