Conscientemente os comento que la película es lenta, solemne, minimalista, una historia en la que no se cuenta esencialmente nada y muy abierta a la interpretación como gusta de hacer este director pues opina que su papel es el de cuestionar y no dar respuestas. Normalmente los artistas cuando tienen algo que decir pero no son capaces de encontrar un final a la altura de lo contado, tienden a dejar las puertas abiertas para que el espectador termine el trabajo y dé con el cierre más adecuado a sus prejuicios. Después de 2 horas y 20 cuando llegaron los títulos de crédito la pregunta era ¿y….? una suerte de historia inacabada que no nos dice lo que ha pasado pero nos ha entretenido. Sin embargo aunque no me ha gustado, por otro lado creo que es imprescindible ver siempre el cine de Haneke pues es uno de los directores más originales que hay por temas y formas y, en este caso la originalidad si es sinónimo de talento basando su cine en un método de trabajo muy minucioso. En primer lugar presenta el escenario y los hechos de una forma agradable pero a medida que pasan los minutos se va desmoronando el castillo de naipes, dejando al desnudo un sepulcro banqueado, las vergüenzas de los personajes, sus más íntimos deseos que suelen ser abyectos, quita la tirita y rasga con uñas largas y negras hasta que hace sangre y vuelven a supurar las viejas heridas, las viejos rencores, la autentica realidad. Para conseguir ese sello personal se basa en una técnica muy efectista: recurre a planos largos en los cuales la acción está por llegar, empiezan las tomas antes de tiempo con lo cual el espectador se mantiene a la expectativa unos segundos hasta que comienza la acción, nunca pasa nada pero mantiene la tensión hasta que de repente ocurre el hecho crucial que marca los acontecimientos, el punto de inflexión, que en esta película es la brutal agresión psicológica que infringe el médico a la comadrona, excepcional Susanne Lothar cuando le echa en cara sus múltiples defectos y su escaso amor propio, escena de una violencia inusitada que me ha impresionado vivamente y sólo por ello merece la pena ver esta película.