De verdad que aunque me gusta Wahlberg me fastidia bastante que me tomen el pelo. Esa es la sensación con la que uno se queda después de ver esta peli. Wahlberg, un ex contrabandista con un negocio honrado, se ve obligado a dar un golpe y reactivar sus antiguos contactos para salvarle la cara a su cuñado gilipollas que se ha metido en un buen lío.
A partir de aquí la peli se convierte en una auténtica fantochada de situaciones peligrosísimas inverosímiles, hasta el punto de que los funcionarios de aduanas son tan subnormales que pueden confundir una obra de arte con una lona para cubrir un coche y chorradas por el estilo.. claro que sí tío, tú no te cortes, que ya sabes que los fans de Wahlberg somos todos gilipollas y nos lo tragamos absolutamente todo.
En definitiva, una peli con acción a raudales, pero absolutamente inverosímil, una fantasmada de mucho cuidao, solo apta para los más fans de Wahlberg..