La educación es el camino, porque en la guerra nunca hay un ganador.
¿Exagerada? No lo creo, una película que nos muestra la realidad con toques de humor, con excelentes actuaciones y momentos dignos de recordar.
Aun viviendo en México creo que muchas personas entienden lo grave del problema, pero lo ven muy lejos.
Estamos en un gobierno que le declara la guerra al narcotráfico y que nos regalan cifras espeluznantes que asimilan los caídos en Vietnam, miles de desaparecidos (estos no cuentan en bajas) que los propios policías acribillan a sus compañeros, donde el ejército tiene miedo, tanto que se presentan casos singulares, va una familia en una camioneta negra, hay un reten militar, el conductor se pone nervioso y no apaga las luces delanteras, los soldados se ponen más nerviosos y abren fuego, el resultado es de tres niños, una mujer y dos hombres muertos y solo por el miedo, eso es la realidad.
La respuesta todos la conocemos, no es pena de muerte, no son los castigos más severos, ni más policías, la única salida en este problema es la educación, pero no es una solución inmediata.
El gobierno esta matando a su gente, no todos quieren ser narcos, pero para muchos es la única salida, la forma de quitarle el hambre a sus hijos, pero parece que hay intereses más importantes.
Genial lo de las fotos de los presidentes con Reyes, eso demuestra hasta que nivel esta sumergido el narcotráfico.
El final tan desesperanzador es la cruda realidad de México, una país que tiene a uno de los hombres más ricos del mundo, pero que diario mueren cientos de hambre, un país donde los gringos tienen mucho poder y deciden lo que se tiene que hacer, por ejemplo hace poco se planteaba lo de la guerra contra el narco, y hasta se pensó en cambiar de estrategia, pero inmediatamente los gringos metieron la mano diciendo que estaban haciendo lo correcto, que ayudarían con mandar grupos especializados, pero en verdad ayudarían dejando de comprar la droga, o dejando de vender armas, aunque los intereses de ese lado también son grandes.