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Angel Lopez rating:
10
Horror. Mystery. Thriller Office worker Marion Crane is fed up with the way life has treated her. One Friday Marion is entrusted with $40,000 to take to the bank. Seeing the opportunity to keep the money and start a new life, Marion leaves town. Tired after the long drive and caught in a storm, she gets off the main highway and pulls into The Bates Motel. The motel Manager Norman Bates oddly seems to be dominated by his mother.
Language of the review:
  • es
February 6, 2012
5 of 5 users found this review helpful
Cuando Alfred Hitchcock hizo 'Psicosis' tenia casi todo el camino andado, un camino repleto de innumerables obras maestras. Y todavía nos regalaría otro clásico (Los pájaros) y otra obra maestra más (Frenesí), que bajo mi punto de vista son dos obras cumbres en la filmografía del director inglés. Como también lo es esta imperecedera película de terror y, por supuesto, suspense. Basada en la novela del mismo título de Robert Bloch, la historia se centra en la huida de Marion, una joven secretaria capaz de robar a su propia empresa y darse a la fuga. En su huida se alojará en un motel de mala muerte regentado por Norman, un muchacho misterioso y mujeriego que convive con su madre.

Aunque parezca increíble, 'Psicosis' era uno de los mitos que me quedaban por ver. Y de la que por desgracia, vi la escena más famosa en televisión. Y digo por desgracia porque no es lo mismo verla por primera vez que tenerla muy vista. Al final algo de encanto se acaba yendo por el desagüe. Aún así, arranco las cortinas y analizo con minuciosidad y detenimiento la escena. Una escena magistralmente filmada que no podré quitarme de la cabeza en la vida, al igual que ese inquietante policía o el antológico monólogo final. Pero no solo esa escena, toda la película es una obra maestra inolvidable.

Hitchcock con su peculiar mirada retorcida penetra en la psicología de los personajes, sobre todo en la figura psicopática de Norman, encarnado excelentemente por Anthony Perkins. La chirriante y punzante música del gran maestro Bernard Herrmann y la excepcional fotografía en blanco y negro de John L. Russell son esenciales para crear esa atmósfera perturbadora y espeluznante. También hay que destacar los fascinantes y acompasados títulos de crédito diseñados por Saul Bass, así como el storyboard de la escena de la ducha. Imprescindible.
Angel Lopez
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