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FERNANDO BERMEJO rating:
5
Drama In order to escape from the abusive boy-friend, Gary Winston, Jean Gilkyson moves with her young daughter Griff Gilkyson without previous notice to the ranch of her father-in-law Einar Gilkyson in Wyoming. Jean and Einar are disaffected, since he blames her for the death of his beloved son in a car accident. Einar is taking care of his friend Mitch Bradley, who was attacked and seriously wounded by a bear, and he does not know that he ... [+]
Language of the review:
  • es
June 21, 2008
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Se ha distinguido el director sueco Lasse Hallström por rodearse de actores y actrices afamados y de calidad contrastada; intérpretes de la talla de Richard Dreyfuss, Holly Hunter, Johnny Depp, Juliette Lewis, Leonardo DiCaprio, Tobey Maguire, Charlize Theron, Michael Caine o Juliette Binoche; profesionales de la escena cinematográfica capaces de dotar a una película de ese aporte necesario para hacerla resaltar, y diferenciarla así de la medianía común que impera en el cine de industria estadounidense. Ejemplos palmarios de este proceder realizador son ¿A quién ama Gilbert Grape?, Chocolat y las Normas de la casa de la sidra. En la misma línea intencional se halla Una vida por delante, pero si en aquellas tres el reparto enaltecía el producto, en ésta, Redford y Morgan Freeman no avivan la historia lo suficiente como para hacerla brillar, aunque sí que consiguen rescatarla de ser un completo fiasco, que no es poco. En efecto, Una vida por delante es un melodrama social típico, convencional y de corte clásico que encuentra en su elenco no sólo su carta de presentación, sino también su única tabla de salvación. Una historia simple y a todas luces previsible, poblada de personajes castigados por la vida y la culpa, en la que se plantean temas tan manidos como las segundas oportunidades, el perdón y la reconciliación. En la película Robert Redford ejerce por fin de lo que realmente es, un abuelo (algo cascarrabias eso sí); Morgan Freeman se reitera con solvencia en su papel eterno buenazo mediador de conflictos; y Jennifer López, alejada de sus ínfulas de diva, sorprende por la mesura de su personaje y la sobriedad de su interpretación. En fin, película tan correcta y cargada de buenos sentimientos como predecible.
FERNANDO BERMEJO
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