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8
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7.2
2,629
Drama
Portugal 1938. Pereira is the editor of the culture section of the Lisboa, an unaffiliated evening paper. There is civil war in Spain and the fascists are in power in Portugal, but he concerns himself only with his work (writing biographies of famous writers and translating French novels) and ignores what is going on around him. He hires Monteiro Rossi, an idealistic young man in love with a beautiful communist, as an assistant. He ... [+]
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- es
September 30, 2010
12 of 12 users found this review helpful
Una adaptación perfecta de la obra de Antonio Tabucchi, eso es lo que es esta película. No falta nada, ni sobra nada de la novela. Además consiguieron lo más difícil, encontrar a Pereira. En esta obra el gran Marcello Mastroianni es Pereira, tal y como te lo imaginabas cuando leías la novela. Sus limonadas, sus conversaciones con el retrato de su mujer, sus ‘encontronazos’ con la portera, sus debates con el cura, sus dudas sobre si despertar y luchar o seguir dormido y acomodado en la ignorancia.
En plena dictadura de Salazar, las noticias sobre lo que ocurre fuera de Portugal son mínimas. Ni siquiera hay información sobre la guerra civil que sufre el país vecino tras el golpe de estado de Franco. Sólo Manuel, el camarero del bar que frecuenta Pereira se convierte en una fuente fiable. La prensa no informa, sino que más bien desinforma siguiendo las directrices marcadas por el poder, muy preocupado en ‘acallar’ las protestas de sus ciudadanos, a través de una represión policial cada vez más evidente.
En plena dictadura de Salazar, las noticias sobre lo que ocurre fuera de Portugal son mínimas. Ni siquiera hay información sobre la guerra civil que sufre el país vecino tras el golpe de estado de Franco. Sólo Manuel, el camarero del bar que frecuenta Pereira se convierte en una fuente fiable. La prensa no informa, sino que más bien desinforma siguiendo las directrices marcadas por el poder, muy preocupado en ‘acallar’ las protestas de sus ciudadanos, a través de una represión policial cada vez más evidente.
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Spoiler:
Poco a poco Pereira va siendo consciente de que su modesta página cultural en el ‘Lisboa’ se puede convertir en un altavoz contra las injusticias. Empieza con un inocente ‘¡Viva Francia!, para acabar con la ‘incendiaria’ necrológica final. En este nuevo despertar le ayudan las personas con las que se encuentra; el camarero, la mujer judía en el tren, el doctor de la clínica, el cura, todos ellos le van empujando al compromiso. Pero sobre todo dos jóvenes, Monteiro Rossi y su novia, la luchadora Marta, por la que éste haría cualquier cosa, serán los que le obliguen a reaccionar e iniciar una nueva vida.
En la actualidad, los grandes ideales han desaparecido y todo el mundo parece conforme con un modelo económico y social, que en vez de reducir las diferencias entre ricos y pobres, las hace cada vez más abismales. El modelo capitalista está aceptado y la mayoría somos ‘Pereira’, nadie se propone siquiera un modelo alternativo, cuando millones de personas siguen muriéndose de hambre en el mundo. Como decía Saramago, “en algún momento la humanidad tomó el camino equivocado”. Ni siquiera la crisis actual, provocada por la avaricia de bancos y empresas parece haber dañado la credibilidad del modelo capitalista. Los gobiernos se han limitado a tomar una serie de medidas dirigidas a salvaguardar el modelo actual, disfrazándolo como una revisión del mismo. La conclusión a la que se llega es que al final ganan y pierden los de siempre, porque no son los que han provocado la crisis, quienes están pagando los platos rotos. A Pereira le costó mucho despertar, ¿Cuánto tardaremos nosotros?
En la actualidad, los grandes ideales han desaparecido y todo el mundo parece conforme con un modelo económico y social, que en vez de reducir las diferencias entre ricos y pobres, las hace cada vez más abismales. El modelo capitalista está aceptado y la mayoría somos ‘Pereira’, nadie se propone siquiera un modelo alternativo, cuando millones de personas siguen muriéndose de hambre en el mundo. Como decía Saramago, “en algún momento la humanidad tomó el camino equivocado”. Ni siquiera la crisis actual, provocada por la avaricia de bancos y empresas parece haber dañado la credibilidad del modelo capitalista. Los gobiernos se han limitado a tomar una serie de medidas dirigidas a salvaguardar el modelo actual, disfrazándolo como una revisión del mismo. La conclusión a la que se llega es que al final ganan y pierden los de siempre, porque no son los que han provocado la crisis, quienes están pagando los platos rotos. A Pereira le costó mucho despertar, ¿Cuánto tardaremos nosotros?