Acojona pensar en lo que puede pasar si unos indeseables entran en tu casa. La película trata de eso, de perturbar la paz del hogar, donde supuestamente es el sitio más tranquilo.
De manera muy realista nos retrata lo que le pasa a un matrimonio y a su hija cuando tres encapuchados entran a robar en su casa, la mujer y la hija quedan "secuestradas" por dos de los encapuchados mientras que el padre se va con el otro a vaciar las tarjetas de crédito, sabiendo que cualquier cosa que haga lo pagaran ellas.
Y ellas no lo pasan muy bien que digamos. La mejor parte se la lleva el padre, físicamente, no psíquicamente. Hay peros, los ladrones están demasiado estereotipados y eso hace que por veces te salgas un poco de la acción, pues cuando se descubre el carácter de cada uno de ellos te suena a ya visto: Ladrón malo sin escrúpulos, ladrón con un mínimo de corazón y el cerebro del grupo que no se altera ante casi nada.
Leí en alguna crítica que el uso de la pantalla partida es muy cuestionable. No lo veo yo así por lo menos en la primera escena que lo utilizan ya que crea una gran tensión, en la otra pienso que sobraba pero tampoco estorba.
Mención aparte le dedico al guardia jurado, que como lo tengo identificado de comedias en la tvg y de hacer monólogos me esperaba que hiciese algún chiste pero no le dan tiempo. Otra vez será.
Grande Pepo Suevos.