Un film de dos episodios dónde Rossellini se pone al servicio absoluto de Magnani. Es más, se trata sin duda, de un homenaje del director a la actriz. En el primero ("La voz humana"), Magnani ofrece un recital de intensidad dramática, en el personaje de una mujer desesperada y al borde de la locura que mantiene una conversación telefónica con su amante. En el segundo ("El milagro"), ideado por la retorcida y genial mente de Fellini (coprotagonizado por él) se cuenta la historia de una mujer que imagina que conoce a San José (Fellini) y se enamora locamente de él. Es un amor místico, espiritual, muy desesperado también. Y es un mediometraje sólido, insólito, transgresor.
En definitiva, un film más que correcto, un plato de salsa Magnani con apreciable guarnición.