Perteneciente al boyante y premiado nuevo cine rumano, se llevó el Oso de Oro en Berlín, pero no es precisamente un logro tan magnífico para ser acreedor a tan prestigioso galardón.
Un hombre de 32 años de la clase alta rumana atropella y mata con su coche a un niño de una humilde familia. La madre del hombre, arquitecta y con contactos de nivel, a la par que con una tensa relación con su hijo, hará todo lo posible por salvar de una gran pena judicial a éste.
Un drama materno/filial que refleja la brecha social en la "nueva" Rumanía, narrada de forma cortante y seca, dónde el supuesto perdón quizás sea más un neutro lavado de conciencias que un sincero arrepentimiento. La relación, tóxica y díficil, del hijo y la madre está bien construida y narrada, pero el resultado global no es redondo, sí frío, recomendable y propicio para festivales poco exigentes.
Buenas interpretaciones.