Junto a Wall-e, lo mejor que han hecho en Pixar. El primer tramo es tan encantador, tan conmovedor, que un niño podrá disfrutarla y gustarle, y exaltar su imaginación, pero será un adulto quien más provecho le saque a esa forma de hacer temblar una garganta y dibujar una sonrisa.

La serie, mientras avanza, se va centrando cada vez más en Sheldon, el personaje más complejo y sin duda logrado de todos. A pesar de ello no deja de lado las cualidades buenas del resto.
Big Bang Theory nos aporta dosis y más dosis de chistes tan fugaces como inteligentes, de un humor inevitablemente selectivo, pero que a pesar de ello es capaz de mantener enganchada a una persona que pierda gran parte de las risas.

La primera parte de la película, una historia de amor parangonable con el mismísimo cine mudo de los 20'.
Tras ello, el resto cuenta con una crítica muy fuerte oculta bajo un mar de encanto.
Entre las dos partes la película se enlaza bien, tal que un desenfoque, y la historia avanza como debe.

Aunque se habló mucho sobre esta película antes de su estreno, principalmente dudando de ella y de forma reticente, Tarantino demostró quién es.
Waltz hace un papel esplendoroso. Si bien el personaje se lo pone fácil, él lo moldea y lo mejora.
Digna de una eternidad de elogios.

La mejor crítica para esta película es la frase que me dijeron cuando me la recomendaron: "A veces, los directores de cine, pierden demasiado la cordura".
Canino deja mella, es impactante y fría, tal como debe ser.
Muy buena.