Divertida película en la que, como casi siempre pasa, los grandes actores salvan la ausencia de chispa en el guión. John Cleese está auténtico. Para pasar la tarde del sábado y como alternativa a Cine de Barrio.

Bueno, pues me ha gustado, me ha entretenido y me ha emocionado, pero...
El hilo argumental no está mal, es muy original, aunque en general se sostiene a duras penas y hay que utilizar pinzas a granel. La primera parte del film es muy duro, es una bofetada de realidad con un par de escenas que hizo que se me removiera el estómago y la conciencia. La parte central añade pequeñas gotas de humor, aunque no tengan ningún motivo en realidad para reírse y la parte final es quizás la más edulcorada y la que a mi juicio, se desaprovecha el trabajo realizado anteriormente.
El relato de las experiencias de Jamal, rebobinando en el tiempo, no está mal, pero no te sorprende, sabes desde la primera pregunta que le formula el presentador, como va a acabar todo. Supongo que tanto premio recibido se debe a que la fórmula de mezclar niños, podredumbre, amor y mucha esperanza gusta, y admito que en mi funcionó.
Creo que en realidad es un película que no pretende sino entretener y a la vez concienciar de que bajo nuestros ombligos hay un inframundo del que sólo se sale si sobrevives a los golpes, humillaciones y a la bajeza del espíritu de algunos seres humanos, por llamarles algo.
Y si de verdad la calle y la pobreza es la mejor escuela, instituto y universidad juntos... ¡agárrate!