Hacer una crítica de esta cinta no es fácil, sobre todo cuando muchos no pueden separar el apellido del director, del de su padre. Apellido que (queriendo o sin querer) hace que enlaces directamente a la filmografía de su papá.

Algo que a mi parecer no es justo, ya que entre otras razones, Brandon muestra su propia personalidad y una clara mano de autor para dirigir (punto fuerte) y escribir (punto donde puede mejorar).

Dejando de lado esto, en mi humilde opinión, esta cinta, es en la forma y es en el contenido donde gana, lo que la hace bastante personal.

Me explico.

Esta película es un ejercicio estético y sonoro mas que remarcable, con una puesta en escena bastante potente y un uso de la cámara muy medido. Una fotografía excelente, un trabajo con el sonido muy bueno, y unas actuaciones muy efectivas. Eso sí, con un desarrollo algo convencional que gracias a su buena dirección "mejora" una historia que en otras manos no seria tanto...

Y aquí quiero llegar.

Sin dejar de lado la gran fuerza visual y sonora con la que cuenta, Brandon en esta cinta nos habla del mundo de hoy en día, donde las grandes empresas, las redes sociales, tienen mas control de nuestras vidas que nosotros mismos. Saben que hacemos, que queremos comprar ( y que no..) dónde queremos viajar y con quién queremos hacerlo... Ya no hay privacidad, y eso nos priva de tener nuestra propia personalidad, de elegir por nosotros mismos que queremos, de ser dueños de nuestras decisiones. La escena de las cortinas es una gran muestra de ello ( zona spoiler ) También nos habla de la identidad, y de como hoy en día el mundo en que vivimos nos "mezcla" tanto con aquello que deseamos ( ser, poseer..) que ya no somos puramente nosotros mismos, si no un "producto" de una sociedad mucho más preocupada por la forma, que por el fondo.