Este spin-off de la mítica saga sigue alimentándose de lo inverosímil. Pero no me cabe duda de que es un éxito. Las peleas, las persecuciones y los elementos fantásticos siguen siendo parte de la franquicia. Efectos visuales y "hazañas" que rozan lo imposible no faltan. No defrauda, un blockbuster como la copa de un pino. No hace falta un análisis muy profundo de la película. Esta simplemente es la confirmación de lo que nos venían anticipando Vin Diesel y cía, a partir de la cuarta entrega de la saga tras Tokyo Drift.
Son dos horas de entretenimiento puro y duro, dos horas de peleas, para ver a Jason y a Dwayne dar cera, contar chistes, sobre una premisa muy básica. El malo, los buenos y un objetivo. Así de simple, no merece más profundidad de cinéfilo "experto".
Está concebida para un objetivo concreto que no es otro que tenernos dos horas entretenddos, pasar el rato y disfrutar de una más anexa a la saga. Cabe hacer mención a idris Elba como el malo malísmo ya que siempre destaca.