Una película que se pretendía que impactara pero no le falto mas acción y drama ya que desanima a las personas a ir al cine a ver este tipo de película. La mayor parte del tiempo, para mal, parece dirigida no por Ridley, sino por Tony Scott, los tintes históricos están pésimamente reflejados, aparte de resultar inconsistentes, manipulados o directamente falsos, la mayor parte de los personajes son estúpidos, sus evoluciones son inexistentes o injustificadas, imposibles, en ocasiones incluso ridículas (en particular la de Robín - Russell Crowe, de hijo de picapedrero y arquero analfabeto a líder político y fenomenal estratega y caudillo a caballo espada en mano, o la de Marian - Cate Blanchett, de profesión sus labores y luego convertida en guerrera a caballo), los ideales vertidos en la pelicula, tan hollywoodienses como imposibles para el siglo XII, resultan anacrónicos, los villanos carecen de carisma y personalidad, por más que su entrada en la cinta está mucho mejor presentada y contextualizada, y para colmo la resolución, por llamarla de alguna forma, de la película, es ridícula, estúpida.