Esta película es necesaria y lo será aún más. El inevitable paso del tiempo hace que comencemos a olvidar cosas que nos resultaban cotidianas en días pasados, además de hacernos perder el contacto con aquello que fue nuestra realidad.

Todos comíamos escuchando el avance de esta pandemia en los momentos más duros y tristes de marzo del 2020, con cifras ascendentes de muertes y contagios, especialmente en nuestras residencias.

Pero de algún modo ya nos resulta un tanto lejano esa situación. Esta película hace que no perdamos esa perspectiva. Soledad, angustia, estrés, desolación...son algunas de las palabras que los trabajadores de las residencias (y no sólo de residencias) experimentaron en esos días. Esta película sabe trasladarnos esa situación a la perfección, con unas actuaciones brillantes tanto de Jodie Comer como de Stephen Graham.

Un elemento más a destacar es el hecho de que no se hayan colocado discursos políticos en la cinta, para mí no es algo menor. Al fin y al cabo, lo sucedido, no fue consecuencia de una ideología de un partido político, sino de una coyuntura social. No es de extrañar, que esta película pudiera haberse basado en una residencia española, bajo el gobierno del partido contrario al que gobernaba en Reino Unido.

Seamos honestos, si esta película no hubiera ganado un premio en los Globos de Oro, no la habría visto, y la verdad, ¡Qué bien que habría hecho!

Esta película pretende ser una sátira o una crítica a una parte del electorado republicano pro-Trump, el problema es que es tan recurrente en el tema que cae en lo absurdo. No he visto en ningún momento algo que pueda valer un premio de prestigio al margen de lo que acabo de contar, con lo cuál, dice mucho del jurado de los Globos de Oro. Y es que quitando el mérito que tiene el realizar tomas reales, esta película no tiene más cosas a destacar. Además, a menudo se peca de un humor exagerado en si mismo, antinatural, que hace que aunque sean escenas auténticas, parezcan escenas de una mala sitcom que pueden hacerte sentir incómodo de lo que estás viendo y hagas comprobaciones recurrentes a tu reloj viendo que no dan pasado los minutos (¡y mira que a mi me gusta el humor negro!). Decían que esta película ofende a algunos, desde luego, a la gente que como yo, teníamos esperanzas en ver una buena película.

Estoy seguro, segurísimo, que si esta película fuera española le estaríamos dando caña (y con razón) pero cuidado, como el protagonista es Sacha Baron Cohen, parece que ya se le pueden permitir licencias. Creo que la gente que de verdad piensa que esta película es necesaria es gente que tiende a la autocomplacencia, gente que se conforma con que se ataque al bando ideológico contrario y que ya sólo por eso, por pensar como ellos, ya la creen necesaria, esa gente es la que siempre lee los mismos periódicos o que ve las mismas cadenas porque sabe que estos piensan como él.

En fin, que enhorabuena por colarnos esta película, estoy seguro de que, cayendo en la burda retórica de esta película, "los tuyos" Sacha, estarán contentos.