Un thriller de acción que no aporta nada al género y con un metraje excesivo, se hace pesadísima. Patel podría haber aprendido algo de Bollywood y sus compatriotas, quienes suelen hacer pelis de acción mucho más creativas y con dosis de humor que las hacen entretenidas. Esta cinta no tiene nada de eso. Ni siquiera el gusto de ver personajes pobres y desamparados matando a ricos y poderosos, hace que merezca la pena.

A pesar de las notables fotografía, banda sonora y montaje, marcas de la casa, El inmortal no resiste el formato del largometraje. Los planos largos, los silencios y los diálogos austeros, en los capítulos de 40 minutos, creaban la atmósfera fría y sombría de los camorranos, nos magnetizaban para que nos adentráramos en su mundo. Aquí hay demasiado tedio. Todo ello incentivado por un guion inmaduro, poco creíble, en el que, por poner un ejemplo, una banda de mafiosos acuden a la ratonera de quienes les acaban de robar para tener un encuentro con ellos y, claro, les tienden una emboscada. Todo demasiado fácil, ingenuo, previsible.

Si quieren ver película sobre la mafia italiana de alta calidad, vean la peli Gomorra y no se pierdan las dos primeras temporadas de la serie. El resto, sobra.

Una maravilla más de estos fabulosos creadores que llevan la sátira social a los límites más creativos para, además de hacernos reír, mandarnos poderosos mensajes. ¡Cómo se parecerán las Alexas a las novias de más de uno! Y ya sabes, cuando alguien cuente un chiste que para tu parecer sea ofensivo, ¡relájate, coño!

Los Javi se consagran, una vez más, como unos grandes contadores de historias: saben emocionarte, crear suspense e interés, no mostrar demasiado para hacerte reflexionar, estimularte para que saques tus propias conclusiones... Además, no sé cómo se lo montan no solo para sacar lo mejor de sus buenos intérpretes, sino para descubrir nuevos talentos: Ana Rujas, Amaia, las niñas del elenco... ¡guau!

Me esperaba un poco más de La Mesías, seguramente porque me había generado muy altas expectativas debido a los premios y excelentes críticas. Pero no puedo decir que sea decepcionante, ni mucho menos. Es una serie muy recomendable, interesante, bien escrita, bien dirigida, bien interpretada, y de la que se pueden extraer temas de debate muy sugerentes.

Para mí, el tema principal de la serie está claro: la madre narcisista. Una madre perfectamente encarnada por Rujas-Dueñas-Machi, y que es el retrato robot de las madres cuyos hijos son una extensión de ellas y que quieren vivir a través de ellos, impidiéndoles vivir su propia vida. Carentes de empatía, llenas de ego, dependientes de un amor masculino que sustituya el que ellas mismas no saben darse. La Mesías no solo nos define con exactitud a este tipo de madre, sino que explora las secuelas psicológicas de sus hijos, que pueden ser muy variadas, como vemos en los distintos caminos que acaban tomando los protagonistas. Y de ello hablo más en la zona spoiler.

No tiene conflicto. No va hacia ninguna parte. Se limita a hacer un retrato estático de algo que ya conocíamos, aunque nunca deje de sorprendernos y repugnarnos.

Algunos y algunas encontrarán una provocación en el título de mi crítica. Puede ser. Pero es honesto. Hoy día los muros al otro lado del horror se levantan justo al lado de nuestras casas, en el borde de nuestras fronteras.

Y no es del interés de nadie.