No se si será porque la vi con demasiadas expectativas, pero este filme del limitadísimo Brian Singer me resultó altamente decepcionante. Uno tiene la impresión de lo que verdaderamente le preocupa al realizador es mantenerte confundido todo el tiempo para que no puedas sospechar cuál de los personajes es el malvado de turno. La cinta se ve lastrada por un interminable número de clichés (por citar un ejemplo, el asesino al que en el ascensor sus víctimas no ven porque está -obviamente- en el techo del mismo), lugares comunes (¡esos interrogatorios vistos más de mil veces entre el poli duro y los delincuentes más duros todavía!), planos efectistas de dudoso gusto (¡ese abuso de los planos ralentizados!), personajes que caen en la burda caricatura (¡hasta el detective del FBI lleva un sombrerito de los años cincuenta!), haciendo que casi todo sea aburrido, predecible y/o inverosímil (¡penoso lo de los latinos imitando el acento argentino!).
En fin, que habiendo tanto buen cine para ver, yo no recomendaría perder dos horas con una cinta como ésta.

Interesante propuesta de Pablo Trapero como señalan las críticas aquí citadas.
"Familia rodante" (a las caravanas en la Argentina se las llama "casas rodantes") es un viaje a través de diferentes geografías, a través del tiempo, de las experiencias, de los sentimientos, de las emociones. Un viaje, en definitiva, a través de la vida.
Otra magnífica entrega de este cineasta incisivo, sutil, realista e independiente (recordemos la estupenda "Mundo grúa") que con pequeños presupuestos nos ofrece maravillosos resultados.

Después de esta película sin concesiones habrá que estar muy atentos a los pasos de este realizador de origen turco. Contra la pared es mucho más que una dura historia de amor. A través de ella, el realizador va disparando en diversas direcciones ofreciendo un interesantísimo mosaico de la sociedad actual. Todo, espléndidamente narrado y con unos actores que se entregan a fondo. Coincido totalmente con quienes han visto en este filme una de las más gratas sorpresas cinematográficas que nos dejó el 2004.

Harley Cross, premiado en la Seminci de Valladolid por su sobresaliente trabajo en esta película, encarna a un niño "difícil" en una película que poco a poco nos va descubriendo que lo verdaderamente difícil es salir adelante con una madre como la que le ha tocado. Una de esas películas que con sabiduría van enseñándonos paulatinamente que no todo es como parece ser.
Un Campanella mordaz, independiente, asombroso, que hace un retrato familiar asfixiante basado en una historia real. Impresionante final. Para mí, la mejor obra de este director. No deberías perdértela.