Por su modo de tratar la soledad humana, por cómo la expresa en imágenes, en silencios, en gestos, en miradas, en el rostro, en los ruidos de una ciudad archi poblada. Estamos ante una obra llena de matices, de dulzura, de una increíble belleza visual y desbordante de sentimientos. Un guión que acaricia los sentidos, sin resultar aburrido, ñoño ni demasiado dramático, ya que no se trata de hacer llorar al público, sino de hacerle cómplice de la soledad que sienten sus dos protagonistas, de cómo se complementan, cómo se exploran, de cómo se sienten solos en la ciudad más poblada del mundo. Solos en medio de tanta gente. Conmovedora y bellísima, retrata el vacío humano y la soledad de una forma prodigiosa.

Nos encontramos ante la que puede ser la obra cumbre de Ramón Salazar, guionista y director de cortos que debuta con un largometraje tintado de drama humano y sentimiento. Se trata de una historia coral, donde conocemos las vidas de cinco mujeres marcadas de alguna forma por el dolor, la soledad y las relaciones, y de cómo el destino cruza sus vidas en un apoteósico final. Tachada injustamente de jugar con el drama para manipular y arrancar la lágrima fácil, nos encontramos realmente ante una obra bella, delicada y muy cuidada en los aspectos técnicos como su montaje y su banda sonora. Adornada por unas interpretaciones magistrales donde destacan Ángela Molina, Lola Dueñas y Vicky Peña, nos sumerge de lleno en una ciudad que habla en cada plano, y llegamos a compartir esas soledades y esos miedos que arraigan en el alma de unos seres abandonados y rotos. Muy pocas veces se ha contemplado una ópera prima tan completa y compleja. El monólogo que despide el film es realmente conmovedor.

Casi imposible enmarcar esta obra en un solo elógio. De incalculable dulzura y soberbia maestría, su historia y su banda sonora componen dos hitos inmortales de la historia del cine. Técnicamente presenta ciertas limitaciones, pero que no ensombrecen el resultado. Conmovedora y emocionante sin resultar manipuladora con los sentimientos. De visonado casi obligado para todo aquel que ame el cine como a un ser vivo y con corazón. El mejor homenaje que el cine se ha hecho a sí mismo.

Desgarradora y triste,aunque llena de una sensacional belleza y de un temple narrativo poético y ejemplar. Ang Lee nos sumerge en una historia de amor más grande que las montañas en la que se desarrolla,con un magistral reparto y una música que acaricia las imágenes con la misma suavidad con la que se aman sus protagonistas. Amor al amor. Amor al cine. Infinitamente lejos de tratar de ser reivindicativa o pancartista,solo desea conmover y acercar una historia real al corazón humano.

Obra inclasificable , tortuosa , sincera , dura , extraña , retorcida . Segundo trabajo de Aronofsky , talentoso director que siempre saca lo mejor de sus actores y los exprime hasta conseguir dar luz y realidad a sus historias . Desbarajuste sensorial , con el fondo trágico de la adicción , de la soledad de unos seres humanos perdidos en vicios y vidas al límite. Directa a la yugular. Una película que arraiga en la mente , que acompaña y que retuerce la conciencia. Que duele y que transforma. Una catarsis. Una experiencia difícil de comparar. Una vez más Aronofsky nos ofrece una autopsia de seres vivos , de sus miedos , de sus ambiciones , de sus sueños. Disecciona sus mentes con precisión milimétrica. Absorbente . Insuperable reparto , sin excepciones.