Ante todo decir que es una pelícua muy confusa, desde que empieza hasta que acaba. Al principio parece tener buena pinta pero, a medida que avanza la historia, se van entrelazando una serie de acontecimientos cada vez más extraños. Al ver la película hay que concentar demasiada atención en entender todo lo que ocurre, lo que no permite al espectador disfrutar de una visión relajada.
La película goza de la participación de buenos actores como Dallas Howard y Giamatti pero el pésimo argumento estropea por completo la interpretación de los actores que, en verdad, no comprendo como al leer el guión se prestaron a participar en ella.

Es bien sabida la excentricidad de las películas de Shyamalan pero en esta creo que supera sus propios límites.

El hecho de ser una fiel copia de la versión francesa, no la hace menos merecedora de un visionado. Es cierto que aquellos que hayan visto anteriormente Bienvenidos al Norte puedan tener sensación de deja'vu, pero al tratarse de un remake inevitablemente se pierde el factor sorpresa y la originalidad.
Es divertida y amena y una buena película para ver en familia y para todas las edades.
El argumento es ligero y sin mucha carga ideológica lo que la hace perfectamente adaptable para cualquier situación.
Ganará muchos punto si se ve en versión original.

Músicalmente diabólica
En mi opinión el maestro Burton combina de manera magistral el género musical con el género oscuro y tenebroso.
La idea me parece bastante original pero también demasiado inverosímil, es poco creíble.
Me ha encantado descubrir las facetas de cantantes de los dos actores principales, aunque estoy un poco cansada de ver siempre al mismo reparto protagonista en todas las películas de Burton. No critico que Depp sea el actor fetiche del director, pero no creo que este encaje en algunos papeles en los que a trabajado bajo las ordenes de Tim Burton, véase Willy Wonka en "Charlie y la fábrica de chocolate".

Sorprendente imaginar al barbero Adolfo Pirelli dentro de un grotesco bañador en la película "Borat"

Carne de Neón es auténtica carne de cañón de adolescentes revolucionadas que buscan poder ver los musculitos de Mario Casas en primera plana. La interpretación de este actor, ahora tan de moda, no es mala, pero todos sus papeles tienen el mismo corte chuleta y bravucón y eso empobrece su registro.

Esta película recuerda al más puro estilo Tarantino, y aunque el argumento sea un tanto pobre, soez y pasado de rosca, la estética es acertada y evoca muy bien aquello que quiere representar. Aunque tiene ciertos puntos cómicos, no es un filme que pretenda hacer gracia, pero me ha sido difícil captar la esencia  y llego un momento que me pareció pesada y monótona.
Es una historia pobre y sin mucha fuerza pero que, encaminándose hacia los últimos minutos, cobra cierto interés que deja al espectador con la sensación de no haber perdido del todo el tiempo.