Lo malo de leer las críticas es que pueden conducirte a equívocos... a veces fatales. La curiosidad mató a la gata y heme acá sintiendo que he perdido mi tiempo y que algunas de mis neuronas se han suicidado.
Llena de clichés gringos (desde las bromas, los personajes, el penoso vestuario), actuaciones lamentables, guión previsible (eso se ha dicho mucho), meloserías insoportables y la infaltable e infumable historieta de amor... es que NO!!! cómo caí en esto me he preguntado!!!

En mi país se dice "chaucha" (voz derivada del Kichwa) para definir aquellos trabajos esporádicos, casi siempre inesperados, de cortísima duración y que representan un ingreso extra con el que no se contaba.
Bien pues, al ver esta película (a saltos y brincos, en medio del zapping televisivo casi obligado en el ocio del domingo), e identificar la mar de actores y actrices conocidísimos haciendo papelitos cortos y lo más de elementales, me encontré diciendo "mira a Julia Roberts haciendo una chauchita!", "Caramba! a Bradley Cooper y Kathy Bates también les ha salido la chaucha de la Julia!". Y bueno, mi diversión consistió entonces en imaginarme el contento con el dinerillo extra y poco trabajado de todo el cartel participante de este meloso bodrio.

Llena de clichés de la supuesta construcción de la identidad, personajes mal construidos y mal representados, abuso del lenguaje coloquial como fórmula más que manoseada para dibujar la tragicomedia de los pretendidos conflictos internos de alguien que se ubica en la mitad de la pirámide, basado su ascenso económico en la desgracia del éxodo generado por la crisis al cual no sigue necesariamente el ascenso social.
Fácil fórmula la de echar mano a temas profundos para una supuesta crítica social que atraería buenos comentarios de cuanto despistado tonto profundo cayera por desgracia a soportar semejante atrevimiento. Poco trabajo o poco talento, o las dos cosas.
Imágenes más que previsibles, monólogos mal escritos y peor expuestos, construcciones contradictorias de personajes que pretendían ser verosímiles, escenas sensibleras que rayan en lo repulsivo, dejos de grotesca xenofobia arquetípica y lineal...
En fin, si hay algo a lo que se puede llamar bodrio es a este engendro.

La película no tiene muchos matices, las actuaciones no son sobresalientes aunque sí bastante decentes y verosímiles en el contexto. Tampoco se pierde en recursos narrativos ni intenta hacerlo.
Es una obra sin aspavientos ni grandes pretensiones pero que en cambio tiene un evidente buen esfuerzo de investigación al momento de tratar el tema de la violencia en la pareja, centrada en el noviazgo adolescente.

La he visto en partes, en desorden. Con lo absolutamente previsible no hay misterio, es fácil de armar como rompecabezas de tres piezas.
Simplona al extremo que demuestra ignorancia profunda, audaz e irresponsable sobre el tema. Pero vaya y pase, pónganle un guión pésimo a una temática tan sensible y delicada, Vale! total no busco en hollywood a mi sensei. Lo inadmisible es la tripleta: pésimo guión, pésima dirección, pésimas actuaciones (todas). Ninguna construcción de personajes, de situaciones... ni siquiera de escenarios. Con semejantes bodrios no es posible la condescendencia.

Lo que una tiene que ver, dios mío, por andar desprevenida y con los ojos puestos!