Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Holden Caulfield
Críticas 5
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
2
5 de mayo de 2024
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La (peor) actriz del momento protagoniza el enésimo bodrio que trata de aunar terror y religión. La trama es tan inexistente y la puesta en escena está tan mal ejecutada que no le permite ni fungir como película de sustos de serie B. Es difícil hacer buenas películas de terror, y la mayoría suelen ser bastante malas, trufadas de clichés repetidos hasta la náusea, pero esta semillita del diablo no llega ni a eso. Ahora toca buscar culpables.

Siempre había creído que cuando una película lo apuesta todo a la interpretación de su única protagonista, es porque la actuación va a compensar la ausencia de otros elementos complementarios. No es el caso. "Immaculate" solo vale para confirmar, para aquellos que todavía tenían dudas, que Sweeney solo ha vuelto loco a Hollywood (donde nunca han estado muy cuerdos) por tener un buen par de tetas. Aquí, en el frígido hábito conventual, su pecho le vale de poco, mostrando un rostro inexpresivo y una actuación carente de cualquier atisbo de talento interpretativo.
Holden Caulfield
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3
2 de mayo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aburre ya hasta la extenuación el cine pretencioso que pretende dar, a través de silencios y ritmos inertes, un aura de profundidad, sencillez y elegancia a películas en las que, sencillamente, no hay nada. Como tampoco hay nada en pasarse casi dos horas de metrajes filmando un pueblo, por bonitas que sean las vistas, y a una actriz de registro único que no altera su expresión facial pase lo que pase.

Está de moda, es un hecho, sobre todo en este cine dirigido por mujeres que pretende poner en el foco el sentimiento y solo consigue una vaga caricatura de sentimentalismo. Sabemos qué público acepta este tipo de cine parsimonioso, banal, repleto de ínfulas de profundidad. No es mi caso, desde luego. Mucho antes de llegar a los créditos finales me alegro de que esa niña esté a salvo de una madre que claramente no está en condiciones mentales de cuidar ni de sí misma.

Podían haber sido cuatro horas de paisajes rurales y caras de circunstancia. Habrá siempre quien lo valore. Valoran el encanto de lo pretencioso sin fundamento, el encanto de la nada. Disfrútenlo. No es lo mío. Para algunos, el cine sigue una manera sublime de contar historias, historias que son narradas a través de imágenes en movimiento al servicio de un buen guion, justo lo que esta película (que imita con fervor reverencial al cine de Coixet), no tiene.
Holden Caulfield
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4
22 de febrero de 2023
19 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bajo una estética sobria, austera, de elegante fotografía que augura un film profundo, como el de los antiguos maestros del cine nórdico tales como Dreyer o Bergman, se oculta una historia superficial, que pierde toda su fuerza a los pocos minutos del inicio.

Discurso político sin saliva, como se dice en la famosa canción, rayando en ocasiones en lo panfletario. El buen cine sugiere mucho y enseña poco, y si es cuestión de enseñar, al menos no es recomendable mostrar todas las cartas cuando lo que te espera a continuación es una hora y pico de tediosa repetitividad.

Ocurre siempre que se hace cine con intencionalidad política, pero merece la pena recalcarlo: la ideología a 24 fotogramas por segundo no convierte una película en arte. Es solo eso, un panfleto en movimiento, con el reducido valor que ello implica. Puede ser útil, entretenido incluso (no es el caso), pero no es arte.

Lo que más horror provoca es siempre aquello que, insinuado, no llega a verse. Lo invisible. Lo que se mantiene oculto en la oscuridad aunque en ella no haya nada. Esa vía, la que en esta cinta encarnan las violaciones furtivas a las mujeres de la colonia, se desecha a los cinco minutos para sustituirse por el sobeteado y manido discurso feminista, que no dice nada y arriesga todavía menos.

La conclusión a la que todo espectador cuerdo llegaría seria la misma sin necesidad de recalcar en cada escena las penurias que sufren estas mujeres en un 2010 decimonónico y asfixiante. Mujeres que comienzan a replantearse seriamente cambiar la situación que padecen cada día. Polley no lo ha querido así, y ha preferido, armada de un guion monotemático, plano y pajizo, pasarse al lado del discurso político. Un discurso con el que hoy, como hemos dicho, toda originalidad es imposible.

¿No ha de tener un mensaje político una película? No decimos eso. Una película puede ser política, incluso burdamente propagandística, y ser sin embargo una obra maestra del séptimo arte. Quizás por eso Eisenstein estará siempre en los libros de historia del cine. Sarah Polley no lo estará. Ellas hablan, pero no consiguen decirnos nada.
Holden Caulfield
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2
8 de febrero de 2023
20 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre, desde el origen del cine como forma de expresión artística, han existido películas que únicamente se justifican por su connivencia ideológica con un discurso en alza, promovido por actores políticos diversos, sean estos institucionales, de la sociedad civil o, como suele ser más frecuente, de ambos. Este es el caso de Baby Ruby, una película en la que la maternidad, demonizada por cierto sector político (no hace falta decir cuál) desde hace décadas, convierte la vida de la protagonista en un auténtico infierno en la Tierra.

No es una película de terror. El bebé no está poseído ni es un alienígena que amenaza con extinguir a la raza humana. Es tan solo eso, un bebé. Sin embargo, en esta película parece ser el símbolo de una suerte de holocausto particular para Jo, la primípara protagonista de esta cinta. Siente, en sus propias palabras, que está desapareciendo. Su vida social se esfuma. Su blog de "lifestyle" está abandonado, no ve a sus amigos y sus escasas calitas al aire están trufadas de angustia. Parece que, tras el parto, solo le queda recluirse en una especie de terapia de grupo que otras "mamis" forman en un parque de su barrio.

Y es que, tras cientos de miles de años de especie humana en la Tierra ¿Qué puede haber peor que ser madre? Porque a lo que Jo le gusta es darse el lote con su amiga, borracha perdida, en el asiento de un coche en plena noche. Esa habría sido la vida virtuosa, poniéndonos aristotélicos, que Jo podría haber disfrutado si no se hubiera entregado a los clichés normativistas a los que esta sociedad cisheteropatriarcal (y capitalista) condena a las mujeres.

La interpretación "monogestual" de Merlant deja clara la conclusión de este peñazo propagandístico: cuánto mejor habría sido haber abortado a tiempo.
Holden Caulfield
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
26 de julio de 2012
20 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cinta comienza con un inesperado estallido. Maria acaba de desposarse con Hermann, un soldado del Reich que debe marchar a la guerra poco después, para ser declarado muerto ante la desolación de su esposa, que caminaba por las calles alemanas con un letrero a la espalda con el nombre y fotografía de su esposo.

Tres son los protagonistas de esta película: la posguerra alemana, el destino y la psique femenina. La posguerra es el marco en el que se encuadra esta historia. Alemania sufría una terrible posguerra a finales de los cuarenta, para resurgir pocos años después en lo llamado “milagro económico alemán”. Fassbinder nos muestra con el paso del tiempo como un país hundido se fue reconstruyendo, pero sólo a nivel externo, las heridas de los corazones alemanes, en este caso de una mujer, nos muestra como Maria, interpretada a la perfección por Hanna Schygulla, cuyo trabajo en este film considero la mejor interpretación femenina que
jamás haya visto, sufre y se desespera por intentar seguir el ritmo de progreso de la economía de su país.

Se dice que las mujeres levantaron Alemania después de la Segunda Guerra Mundial, Fassbinder muestra a familias totalmente desechas al haber perdido al hombre en el frente, y la mujer debe hacerse cargo de la casa, salir de ella y empezar a ganarse la vida, no sólo para si misma, si no para toda sus familia.

El cine de Fassbinder siempre suele utilizar, al contrario que el de otros grandes directores del Nuevo Cine Alemán como Werner Herzog, un personaje de grandes virtudes, en el específico caso de el primero, una mujer. La evolución de la psique de Maria, puede ser al mismo tiempo la de un país que comenzaba a levantar cabeza, tratando de ahogar la vergüenza sufrida por los descalabros del partido nacionalsocialista. La inocente esposa debe despertar desde el mismo comienzo de la cinta, para convertirse en una mujer que hará lo que sea por su porvenir. El destino, como ya he dicho, es un elemento clave en la película, pero sólo en como Maria no cede antes sus caprichos.

Tras recibir de su cuñado la noticia de la muerte de su esposo, Maria decide comenzar a tomar las riendas de su vida e intentar ganar dinero para sobrevivir. Su trabajo consiste en ser no menos que una prostituta en un bar exclusivo para los soldados americanos del ejército de ocupación.

Habría que proceder a explicar detalladamente todos los pormenores de la personalidad de Maria, así como su evolución psicológica durante toda la película, que la lleva de simple chica inocente a toda una mujer madura y astuta del mundo de los negocios.

Maria es una mujer pasional, muy emocional, pero también es hábil y astuta. Con el paso del tiempo se convierte en una mujer realista, y conocedora de sus habilidades, no duda en emplearlas para conseguir lo que quiere. Para ella es vital conseguir una buena posición socioeconómica, para ello no duda en interesarse por un hombre, Oswald, un empresario a quien consigue acercarse tras colarse de mala manera en la vagón de primera clase del tren.

Esa es una escena magnífica, pues no sólo muestra la determinación de la protagonista sino que mediante una conversación con el revisor, se consigue, de un modo magistral dar cuenta de la situación que todavía predomina en el país, puesto que ahora nadie tiene dinero para ir en primera clase, un vagón que años atrás se habría llenado sin ningún problema.

Poco a poco consigue abrirse un hueco en la empresa de Oswald, trepando hábilmente desde el simple puesto de ayudante/amante-ocasional del dueño hasta terminar tomando parte en las negociaciones y decisiones clave de la empresa (bajo las críticas tempranas del contable).

En estos momentos Maria mantiene una doble relación, puesto que su marido aún se halla en la cárcel, a quien va a visitar periódicamente. Maria, en el fondo, quiere alcanzar cierta posición económica para compensar a su marido recluso, que es, como se muestra a lo largo de la película, lo que más importa a su protagonista (no en vano el título de la cinta es El matrimonio de Maria Braun. Ella misma, cuando está con su amante, no duda en mantener la distancia alegando que está casada con su marido.

La lucha interna que se lleva a cabo en Maria, así como en toda su nación, la lleva a enfrentar sus sentimientos con su ansía de poder. Maria no es humilde y modesta, quiere más, pero al ser privada del amor de su marido que huye tras su salida de la cárcel la lleva a una cierta maldad, causada tal vez por la amargura de haberlo conseguido todo excepto a su marido. Esto demuestra el carácter pasional y en cierto modo primitivo de la protagonista, sólo le importa ser feliz con su esposo, no los bienes materiales que tan caro le costó conseguir.

Lo que Fassbinder hace magistralmente en esta película es ligar el destino de un país en alza con el de una mujer en alza, una vida anónima hasta que, desde la perspectiva, en parte lejana pero fuertemente emocional cobra vida a través de su vida y sobretodo su personalidad a nivel emocional.

Poco más puedo decir en papel sobre la psique de Maria, un cóctel de habilidad, ganas y sentimientos que Fassbinder capta mágicamente desde una lejanía característica. Un estilo sobrio en apariencia, muy realista, con una fotografía cuidada, al estilo de los grandes directores anteriores a él. Fassbinder no buscó en esta película ningún tipo de floritura visual, sin embargo la calidad del impacto visual, y sobretodo interpretativo, la dotan de una intensidad dramática fuera de serie. Sin duda una auténtica obra de arte.
Holden Caulfield
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow