Una interpretación maravillosa de robert redford secundada por excelentes secundarios. Un drama donde se pone de manifiesto la importancia de la honradez, de la obstinación, de la valentía y del coraje.
Brubaker antepone sus nobles principios sobre intereses políticos y económicos de dudosa respetabilidad. La recompensa: Su libertad y su propio respeto y el de los que le rodean.

Esta es una de esas películas que consigue cambiar el paradigma de quienes creen en un mundo salvaje de brutal competitividad: la ley de la selva y consigue hacernos saber que la vida y el éxito en ella no se basan en cuanto dinero tenemos y cuanto poder ostentamos sino en cuanta gente nos quiere y a cuanta gente queremos.
A lo largo de la película se nos confronta con el éxito occidental y la vida penosa que conlleva vivir para poseer, para tener poder, dinero: para conseguir admiración a través de nuestras posesiones.
No quiero contar mucho de la película para que quien la vea la disfrute tal como yo la disfruté pero si quiero hacer constar que quienes vayan a verla con una mentalidad abierta hallarán motivos de satisfacción personal.

Película deliciosa que recrea situaciones cómicas, trágicas y amorosas entre diferentes protagonistas que se relacionan de alguna manera entre sí. Tremendo papel de Hugh Grant, un gran actor, así como del resto del elenco. La dirección es fenomenal y en ningún momento decae el tempo de la película. En esencia una comedia romántica rodada con el saber hacer de los ingleses, maestros de la fina ironía y del humor inteligente.

Surrealista por cómo reacciona una persona en situaciones previamente inconcebibles. La película es preciosa por estar cargada de un sentimiento intenso. A cada minuto es mejor y el final es sublime. Es de esas películas que te hará llorar a poco que te dejes ir ya que aborda un tema central que es el del amor en mayúsculas: padre, esposa e hijos.
Muy recomendable. No sólo no os decepcionará sino que seguramente superará vuestras espectativas.