Cuando una película crea tantas espectativas y luego no las cumple el batacazo es monumental.
No sólo la crítica se ha excedido aparte era un hecho que ya hacía tiempo que se esperaba un nuevo western de calidad, pero todavía no ha llegado.
La mayoría de las críticas negativas le echan la culpa a Renée Zellweger y algunas a Virgil Cole el personaje contradictorio, blando e incompleto que representa Ed Harris. Tambien hay quien cree que el error es la existencia de un villano que, por momentos, no sabes si es realmente un asesino despiadado o sólo un especulador. A mi entender en parte todos tienen razón. Además de todo eso el argumento es un tostón mal montado que no engancha en ningún momento.
Una película mediocre puede salvarse con un gran final, pero tampoco este es el caso, la película termina y te quedas con las sensación de que te ha dejado a medias.
De lo poco bueno que puedo decir, me sumo a los que agradecen el personaje de Viggo Mortensen.
Y aver si cuando hagan un nuevo western se trata realmente de un western (Valga la redundancia) si quiero ver una película romántica e introspectiva tengo un montón donde escoger, pero lo que espero de una película del oeste es acción, tiros, en definitiva, la ley del oeste.
Por si no ha quedado claro, la nota es tan baja, sobre todo, por la decepción que me produjo.