Leí la novela varias veces, en distintas etapas de mi vida, descubriendo una y otra vez una novela sutil, erótica, conmovedora, poética, emocionante, sublime , recreadora,... Y oí que alguien se atrevía a llevar esta obra al cine, llevar a la gran pantalla aquellas imágenes que yo había formado en mi cabeza una y otra vez cada vez que leía las páginas de esta obra de arte. Esperé con ansia la fecha del estreno, compré mis entradas y fui con 2 amigas también admiradoras de esta novela. Entramos,... se apagaron las luces,... comienza la película y... no salimos a la media hora porque habíamos pagado la entrada. DECEPCIONANTE. Ni el director, ni los guionistas, ni los actores, ni nadie que tuviera alguna responsabilidad en la película había entendido un ápice de la novela (si es que alguien la había leido, porque después de verla mis dudas me entran). Es una novela de matices, de mínimos gestos sólo apreciables por la admiración de quien se para a contemplarlos, de miradas esquivas y miradas cómplices, roces que duran segundos pero dejan sin aliento durante años, de pequeñas sutilidades que hacen caer lágrimas por su poética belleza. La película, lo siento, es un insulto aderezado con la insulsa actuación de una actriz que no trasmite NADA, cuando además, en principio, no es ella la protagonista en la novela y en la película le dan el papel principal. Sinceramente, os la podéis ahorrar, es mejor leer el libro, que además es breve.