Intento de mezcla de Heat con Sospechosos habituales pero sin gracia, sin ritmo y sin personajes. No hay un solo personaje bien dibujado, amén de un protagonista soso. Pero el principal defecto de la peli es lo larga que es. Para contar lo que cuentan (con bastantes agujeros en la trama, todo se a dicho) le sobra una hora larga de metraje.

Esta claro que ha habido un enorme dispendio de medios para poder rodar esta película pero eso no justifica que se deban utilizar tantas escenas y planos. Una historia que hubiese quedado bien contada en apenas hora y media se hace muy pesada al endosarle una hora más de lo justificable. Se echa de menos en el cine actual el poder de las majors que obligaban a los montadores a dejar la peli en tres rollos (más que nada para poder reestrenarlas en sesion doble).

Pero es que esta historia no da para tanto. Reiterativa, con planos muy bonitos pero innecesarios. Aparte del hecho de que Leo no es creíble como Supermán que pueda resistir todo lo que aguanta el prota.

Mención aparte los efectos de luces que provocan extraños reflejos en la cámara y te sacan de la historia en determinados momentos.

La peli tiene una premisa interesante aunque sea un poco manida. Imagenes bellas e inquietantes. Pero no solo telegrafía todo muy pronto sino que la trama avanza, retrocede, vuelve a avanzar y a retroceder y se hace bastante cansina. Eso sí, Jason Isaacs está como siempre magnífico.

En principio puede parecer una obra maestra por lo sorprendente de su estructura narrativa(al estilo de Memento). Pero analizada con detenimiento te das cuenta que, sin el artificio de montar la película acronológicamente, y si se hubiese montado de una forma lineal no es más que una historia sin mucho que destacar.