Respecto a la vertiente fantástica es lo suficiente ambigüa para que se puedan interpretar multitud de significados y todos ellos perfectamente sincronizados con las dudas y temores que pueda tener cualquier adolescente. Sin embargo y a pesar de que le reconozco el gran mérito, es quizá la parte que no me acaba de convencer del todo. Hay demasiado cabos sueltos.

En cambio en la parte de la vida cotidiana, que no plantea aparentemente dudas, es en lo que de verdad me ha parecido extraordinaria. Se nos muestra ese escenario tan conocido de casas independientes y ambiente de instituto en el que todo es tan rutinario y repetido en miles de películas que cansa, pero, no es exactamente así. Donnie vive un mundo mental en el que percibe el fin del mundo y en el que habita un conejo gigante que es Frank y eso nos parece descabellado. Pero su mundo real está lleno de los mismos misterios y elementos de terror. Si el conejo Frank es inquietante, no lo es mucho menos la grotesta estatua del perro de bronce que preside el colegio y que es aparentemente su símbolo. El gurú de autoayuda que parece tener un control sobre la escuela y se dedica al lavado de cerebro que es en realidad un pederastra. El padre de la novia del protagonista que ha intentado matar a la madre a cuchilladas. La madre y maestra Farmer, personaje siniestro donde los haya, aplica unas normas de moral muy estrictas y por otro lado prepara a un grupo de niñas para un baile que es de tipo "showgirls" totalmente inapropiado para su edad, ya que las convierte en objetos sexuales. Donnie es atiborrado de medicamentos psicóticos de cuya efectividad tenemos serias dudas y hasta es posible que le produzcan sus delirios. Mientras sucede la acción G. Busch padre aspira a la presidencia, elemento de terror sin duda. Comparten clase con dos matones que se dedican al robo y aspiran al asesinato, etc... pero todo ello integrado en la normalidad, no forma parte de lo amenazante.

Además es en esa descripción de la cotidianidad dónde el director se muestra claramente inspirado. Es en todos esos retratos de personajes secundarios, en los que la cámara se detine y nos muestra de forma que todos adquieren una presencia destacada; la maestra Drew Barrymore, con un carácter bien definido y muy guapa; el atractivo profesor interpretado por Noah Wyle que no puede hablar con libertad sobre Dios en la escuela, la maestra Farmer, la compañera china Cherita, la psiquiatra interpretada por Katherine Ross. El gurú interpretado por Patrick Swayze. Todos tienen un protagonismo especial. La bajada de la escalera a cámara lenta de Donnie y su novia cogidos de la mano en Halloween. También es de agradecer que en este caso los padres de Donnie sean una familia sin problemas. Bien estructurada, aunque sea para variar. La hermana de Jake Gyllenhaal, Maggie, hermana en la vida real. Aquí hace de hermana también. En cuanto a la interpretación de Jake, es singular, no acabo de decidirme si me gusta o no.