Lo primero que se le puede abonar a, Jane Austen (1775-1817), es que, en el lejano siglo XVIII, logró imponer un nombre de mujer no obstante que debió “firmar” sus primeras novelas con el deprimente indicativo: A Lady (Una Dama)… y solo en posteriores publicaciones, por fin su nombre auténtico sería digno de reconocimiento.

Nacida en la época georgiana -la cual trajo como ventaja posibilitar el resurgimiento de la novela gracias al empoderamiento de la nueva clase media que se aventuró a escribir y a respaldar los nuevos estilos literarios-, a sus escasos 16 años, la señorita Austen tenía ya un buen número de materiales debidamente escritos y solo faltaba el interés de las editoriales para que salieran a la luz… aunque ella misma se resistía para que esto ocurriera, pues, a sus novelas las consideraba impropias de tal merecimiento, no obstante que, como se comprobaría después, resultaban bastante instructivas, además de ilustrativas de una época con toda suerte de detalles. A mi manera de ver, su principal valor radica en la cuidada forma de describir a los personajes femeninos (con excepciones, claro), a los que, no obstante colocar siempre en disposición plena para el matrimonio (quizás un anhelo desfogado porque ella nunca se casó), dota de grandes virtudes y de una alta moral que dignifica a su género.

Dotadas de inevitables apuntes biográficos y de situaciones como anheló siempre que ocurrieran, las novelas de Jane Austen, desde “Sense and Sensibility” (1811), “Pride and Prejudice” (1813), hasta “Emma” (1815) y “Persuasion” (ésta su última obra póstuma, 1818), tienen ese gusto a permanencia por más que, a la autora, se la haya considerado cursi, moralista, burguesa o ahistórica por concebir la pobreza como consecuencia, únicamente, de fenómenos naturales, bancarrota o por la pérdida del patriarca de la familia… y aunque, alguien como Mark Twain, se haya mofado diciendo que, “una buena biblioteca es aquella en la que no hay ningún volumen de Jane Austen”.

En, “Sense and Sensibility” -términos que podrían aludir al rasgo más fuerte de las hermanas, Elinor (Sensatez) y Marianne (Sensibilidad)-, las mujeres demuestran con creces su racionalidad y sus altos valores, y esto le ha ido ganando con los años el más alto reconocimiento como obra literaria, incluido el de algunas feministas, pues, al tiempo se describe, en ella, la clase de enormes errores que cometen los hombres mediante los cuales se conducen hacia la infelicidad aunque, de paso, arrastren con sus pretendidas.

Adaptada por Emma Thompson, un carácter feminista que se tomaría ciertas libertades para adecuarla a la nueva época, la historia resulta muy atractiva y a ratos encantadora… no obstante que, necesitamos de algunos minutos para poder comprender quién era cada quien, ya que se incluyen demasiados personajes y algunos francamente pudieron excluirse.

Un magnífico reparto que encabezan la propia, Emma Thompson, Kate Winslet, Hugh Grant y Alan Rickman, colma de gracia y talento una película que volvería a despertar un amplio interés por la obra de Jane Austen.

Indispensable mención de la cinematografía de Michael Coulter, la partitura de Patrick Doyle, el Diseño de Producción de Luciana Arrighi… ¡y claro!, la segura dirección del taiwanés, Ang Lee.

Título para Latinoamérica: <<SENSATEZ Y SENTIMIENTOS>>

Ley (del latín: legis, lex) es una norma jurídica dictada por un legislador. Esto significa que, es un precepto que manda o prohíbe cierto tipo de acción de acuerdo con los criterios de justicia, y su incumplimiento, produce una sanción que será dictada por la autoridad competente.

Por otra parte, Justicia (del latín: iustitĭa), en su acepción derivada de, ius, significa, lo justo, y viene a ser el conjunto de pautas y criterios que establecen un marco para las buenas relaciones entre las personas y las instituciones. Pero, “no es justo quien conoce lo que es recto sino quien obra rectamente”.

Pero, hay que preguntarse ¿es la aplicación de la ley garantía de que se ha hecho justicia?
Un magnífico alegato sobre esta suerte de reflexiones, es el que nos ofrece el director japonés, Hirokazu Koreeda, en su preciosa película, <<UN ASUNTO DE FAMILIA>>, filme que lo hizo acreedor a la Palma de Oro en el Festival de Cannes, tras haber sido nominado en cuatro ocasiones anteriores.

Los Shibata, son una familia extensa: La abuela Hatsue, es la cabeza de familia; los demás son, su hijo Osamu; la esposa de éste, Nobuyo, y varios chicos de distintos padres que, por curiosas circunstancias, han ido adoptando. La falta de recursos, ha llevado a Osamu (Lily Franky) a convertirse en ladrón, extrayendo comida y otros objetos de las tiendas de mercado, labor que ahora realiza en compañía del pequeño, Shota (Jyo Kairi), al cual ha enseñado que, “coger lo que nadie ha comprado, no es delito porque todavía no pertenece a nadie”. También, la bella Aki (Mayu Matsuoka), trabaja en una sala X en la que se exhibe para voyeristas… y aunque conociendo esta información se podría llegar a pensar que, los Shibata, son una familia de desadaptados, lo cierto es que son una de las familias más unidas y afectuosas que se pueda imaginar. Con los chicos se juega, se comparte, se dialoga… y el maltrato no tiene espacio alguno en aquella singular, y muy especial, familia.

Por su misma falta de recursos, a quien fallece lo entierran en algún espacio de la casa y los Shibata no sienten que hagan algo distinto a su deber de enterrar a los muertos… pero, sus acciones, van en contra de lo que dictan una cuantas leyes y lo que va a suceder ustedes tienen que verlo porque va a quedar plenamente demostrado que, aplicar estrictamente la ley no siempre es hacer justicia.

Los personajes son encantadores, sorprendentes, singulares… y van a ofrecernos contradictorios ejemplos con sus inimaginables salidas, haciendo fluir hermosos sentimientos que, con frecuencia, tanto escasean en las que llamamos “familias bien”. Al final, es bien probable que, los Shibata, ocupen un grato lugar en nuestros corazones, pues, volvemos a darnos cuenta de que, cuando se conocen las razones del alma, es imposible condenar.

Título para Latinoamérica: <<SOMOS UNA FAMILIA>> / <<UN ASUNTO DE FAMILIA>>

David Lagercrantz, también es un buen tipo. Periodista y sueco como su antecesor y compatriota, Stieg Larsson, Lagercrantz comenzó su carrera como reportero de crímenes en un periódico local y estando, luego, en un diario de tiraje nacional, Expresen, supervisó los principales casos delictivos durante algunos años. Al margen de esta actividad, el escritor se convirtió en un fomentador de la lectura entre los jóvenes a través de una organización creada por él con el nombre, Läsrörelsen (Movimiento de lectura) y también ha hecho aportes a la formación de periodistas investigativos en la fundación Grävfolden.

Escritor de novelas y libros biográficos, con los que alcanzara un notable éxito, por su experiencia con el periodismo investigativo, Lagercrantz, fue designado por la editorial Norstedts para que, basándose en los caracteres descritos por, Stieg Larsson, en sus novelas de la serie “Millennium”, escribiera una segunda trilogía, pues, entre los planes a futuro de Larsson -ahora fallecido de un infarto- había considerado la idea de continuar con la serie, siendo muy probable que haya dejado apuntes relativos a este plan.

En agosto de 2015, apareció la primera novela firmada por David Lagercrantz, con el título, Det som inte dödar oss (Lo que no te mata te hace más fuerte). Dos años después, se publicaría Mannen som sökte sin skugga (El hombre que perseguía su sombra); y en 2019, llegaría, Hon som måste dö (La chica que vivió dos veces).

Ante el éxito obtenido por las adaptaciones cinematográficas de la trilogía de Larsson, y el hecho de que, “Lo que no te mata…”, fue seleccionado como uno de los mejores thrillers de 2015 por la revista Esquire, surgió un nuevo interés en la adaptación cinematográfica y en coproducción sueca-estadounidense (entre la que aparecen nombres tan representativos como Scott Rudin, David Fincher y Arnold Milchan), se hizo la película bajo la dirección del uruguayo, Fede Álvarez, el cual tomaría a su compatriota, Pedro Luque, para la cinematografía (muy creativa por cierto), y al español Roque Baños, para la eficiente banda sonora.

A nivel técnico, <<MILLENNIUM: Lo que no te mata te hace más fuerte>>, cumple ampliamente con los requerimientos de un buen filme de acción y, Álvarez, asegura una trama que fluye sin lagunas, manteniéndonos atrapados en las peripecias del editor de la revista Millennium, Mikael Blomkvist y la atormentada joven, Lisbeth Salander, quienes tendrán que vérselas esta vez con los afanes perverso-nucleares de otra organización, mientras que la hacker tiene, además, que padecer la temible presencia de su también hermana, Camilla.

Entre otros pequeños aciertos: ¡Por fin vemos un dragón bien pintado en la espalda de Lisbeth!... y al fin un actor, Sverrir Gudnason, con un cierto parecido físico al escritor, Stieg Larsson.

Título para Latinoamérica: <<LA CHICA EN LA TELARAÑA>>

No cesan las investigaciones de la revista Millennium sobre la corrupción en las altas esferas suecas, y ahora, las pesquisas los llevan hasta un grupo ilegal que conspira dentro de la policía de seguridad, al que se ha dado en llamar La Sección… del cual resultará haciendo parte, Alexander Zalachenko, el abominable padre de la joven Lisbeth Salander. Por supuesto, ella entrará en el juego y unos cuantos “profesionales” -entre ellos su padre y su insensible medio-hermano- estarán muy interesados en sacarla del camino.

Con guion de Ulf Ryberg, basado en la tercera novela de, Stieg Larsson, que se publicara con el título, Luftslottet som sprängdes ("El castillo de aire que explotó", 2007), esta historia rememora lo acaecido a mediados de los años ’90, cuando habiendo ganado un cierto posicionamiento la revista Expo que dirigía Larsson, él y el resto de su personal comenzaron a recibir asiduas amenazas de parte de cierto grupo de extrema derecha, las cuales se extendieron hasta las empresas que imprimían y vendían la revista… e incluso hasta las organizaciones que apoyaban la publicación. Pero, paradójicamente, estas sucias acciones aumentaron la difusión de Expo, llegando a convertirse en uno de los medios mejor acogidos por los sectores intelectuales.

Al margen, se seguirá desarrollando la dura relación que sostiene la singular joven, Lisbeth Salander, con su progenitor… y todo queda servido para una trama de alto calibre en la que habrá un juicio difícil de olvidar.

Fue una suerte que, esta tercera parte titulada, << MILLENNIUM 3: La Reina en el Palacio de las Corrientes de Aire>>, fuera también dirigida por Daniel Alfredson, pues, la trilogía se crece a todo nivel y lo que tenemos esta vez me ha dejado, en general, bastante complacido. La fotografía está siempre en el punto exacto y la iluminación logra muy buenos contrastes; la banda sonora de, Jacob Groth, vuelve a ser un gran complemento en cada situación; y los recursos narrativos están muy bien plantados logrando un drama político y sociológico de amplio significado, donde de nuevo se demuestra lo que decía, Lord Acton, “el poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”.

A medida que vamos viendo cómo se consolida el personaje de la abusada hacker, con figura de punkera y talentos de verdadera heroína, surge la pregunta, ¿por qué la trascendencia que le ha dado el escritor, al punto de dejar casi como secundario al personaje de, Mikael Blomkvist, su alter-ego?... La respuesta parece hallarse en una anécdota que contara el propio, Stieg Larsson, recordando que, siendo un adolescente (tenía unos 15 años) fue testigo de la violación de una niña por parte de tres amigos… y nunca pudo perdonarse el no haber sido capaz de ayudar a la pequeña. Pero, desde entonces, se convirtió en un acérrimo enemigo de los abusadores de mujeres.

Con, <<MILLENNIUM 3: La Reina en el Palacio de las Corrientes de Aire>>, se cierra una importante trilogía que vale la pena ver y sobre todo leer… pero, el éxito no pararía aquí, pues, en el año 2013, los editores encargaron al escritor, David Lagercrantz, continuar la serie “Millennium” con base en ideas de su propia cosecha, pero, conservando los caracteres principales de Larsson. Una nueva trilogía se publicó y ya se rodó la primera parte.

En el casco antiguo del centro de Estocolmo, en el sector Gamla Stan, hay una calle llamada Stora Nygatam 26 y, en el número 111 27, está el edificio donde funcionara la revista Expo, una publicación anti-racista, ampliamente comprometida, que hizo diversas e impactantes investigaciones sobre los grupos neo-nazis de Suecia y las relaciones de la extrema derecha con la clase política y los grupos financieros.

Expo, fue fundada por el periodista, Stieg Larsson, en el año 1995 y, en sus funciones como editor-escritor, hizo roncha entre los sectores más “poderosos” de su país, porque apoyaba las luchas con las que se pudiera reivindicar derechos vulnerados de las minorías. La revista de publicación trimestral, comenzó a ser objeto de presiones financieras y tuvo que cerrar, tres años más tarde, convirtiéndose en un boletín. Se sumó, luego, a la revista Svartvitt… y desde el año 2003, volvió a publicarse como una revista independiente.

En su labor alterna como novelista, Larsson, ya había escrito su trilogía “Millennium”: 1. Män som hatar kvinnor ("Hombres que odian a las mujeres"), 2. Flickan som lekte med elden ("La niña que jugó con fuego") y 3. Luftslottet som sprängdes ("El castillo de aire que explotó"), en las que, de nuevo, apuntaba a dejar plasmadas la suerte de vilezas que se producen en la sociedad, enfilando sus dardos contra el fascismo… el maltrato a las mujeres… la hipocresía de las clases altas… la corrupción de las entidades financieras… y otras infamias que, con alto nivel de “impunidad” campean día a día, aquí, allá y acullá. “Todo lo que se describe en la trilogía Millennium -diría Larsson- le ha sucedido, en uno u otro momento, a un ciudadano, periodista, político, fiscal, sindicalista o policía sueco. Nada fue inventado".

Pero, llegado el día 9 de noviembre de 2004 -cuando sus novelas todavía no habían sido impresas-, Larsson, que fumaba y tomaba café en exceso para mantenerse despierto, llegó poco después del medio día al edificio donde trabajaba y al ver que el ascensor no funcionaba, decidió subir por las escaleras los siete pisos que conducían hasta su oficina. Pero, el esfuerzo lo dejó agotado… y minutos después, sufrió un paro cardíaco. Camino al hospital, falleció en la ambulancia que lo transportaba. Sus novelas serían publicadas, entre los años 2005 y 2007, y se venderían como el pan.

La adaptación de la primera novela que ha hecho, Steven Zaillian, y que ha dirigido, David Fincher, es sencillamente espectacular, y <<MILLENNIUM: Los Hombres que no Amaban a las Mujeres>>, es de esos filmes que nos dejan sorprendidos por la vitalidad de sus personajes y sus magníficas interpretaciones; con su poderosa crítica a las más decadentes instituciones, grupos políticos e individuos que corroen la sociedad; y con la brillantez de la puesta en escena que nos asegura una obra de arte por excelencia.

Mención especial para, Rooney Mara, por su maravilloso, ¡y muy doloroso!, personaje llamado, Lisbeth Salander, y reconocimiento a Daniel Craig, Christopher Plummer, Stellan Skarsgård, Joely Richardson y el resto de eficaces intérpretes.

Título para Latinoamérica: <<LA CHICA DEL DRAGÓN TATUADO>>