Cuando veo una película suelo leer las primeras cinco críticas de FilmAffinity y luego todas aquellas que difieran más con mi opinión personal. Por aquello de contrastar opiniones e intentar comprender por qué otras personas piensan de manera diferente. A veces me hacen darme cuenta de errores que había pasado por alto (si la película en cuestión me ha gustado) o a encontrar aspectos positivos que no había sido capaz de ver yo mismo (en caso contrario). Y, aunque en ocasiones no esté nada de acuerdo con las opiniones más contrarias a las mías, en general las acepto y me hacen comprender la película o las intenciones de sus creadores más correctamente que si me quedara tan solo con mis impresiones y las de aquellos que piensan como yo.

Y eso mismo he hecho tras ver Brokeback Mountain, que llevaba en mi lista de pendientes más de una década porque tenía la sensación de que no me iba a parecer para tanto por no haberla vista en su estreno. El hecho de que en los últimos años se haya avanzado tanto en los derechos LGTB y se hayan estrenado tantas películas notables sobre el tema ("Call me by your name", "La vida de Adele", "San Junípero", "La doncella", etc.) me hacían pensar que quizá la película de Ang Lee hubiera envejecido regular.

Por suerte, me equivocaba. Pero me equivocaba también al pensar que las opiniones contrarias a las mías me ayudarían a tener una visión más amplia de la película y a comprender por qué a ciertas personas no les había gustado.

Las críticas negativas de Brokeback Mountain se dividen en tres grupos: los primeros, con los que no perderé tiempo, se limitan a verter homofobia (que por esperármelo no me deja de resultar deleznable), los segundos a criticar que es una película lenta o aburrida (no estoy de acuerdo, pero puedo llegar a entenderlo; lo que no entiendo es que sea el único argumento que esgriman en contra de la película, dejando de lado todo lo demás) y los terceros a decir que no es realista, que el amor entre los protagonistas no se lo cree nadie, que pasan al "tema" porque sí, porque era lo que le interesaba al director. En definitiva, que es que esos dos vaqueros no se querían, solo estaban aburridos de cuidar ovejas y se pusieron a la faena para matar el rato. Vamos, que para ellos el Joker y el prota de "Donnie Darko" no se aman, solo están obsesionados con "pescar".

Y entonces yo me pregunto, ¿qué significa querer a alguien? ¿O amar? Si se critica esta relación por darse de manera muy rápida, ¿por qué no he oído nunca el mismo argumento al leer críticas de Titanic? ¿Es creíble que Rose y Jack se enamoraran en día y medio? ¿Y Romeo y Julieta? ¿Paris y Helena? ¿Scott Pilgrim y la chica del pelo rosa? ¿Todos los protagonistas de todas las comedias y dramas románticos que se basan en amores a primera vista? Porque, la verdad, hay que estar poco atento o no tener demasiada empatía para darse cuenta de lo que sienten los dos la primera vez que se ven en el aparcamiento, nada más comenzar la película. Quien no lo vea es porque no quiere verlo, porque estar, está ahí. Salta a la vista. Es hasta un tanto exagerado.

Y luego están los que dicen que hasta el día que uno tiene frío y el otro le dice que se meta en la tienda no había pasado nada que indicara que se atraían. Pues será que los primeros quince minutos estaban mirando el móvil, porque ambos se lanzan miradas como si fueran adolescentes en clase de matemáticas, se preocupan uno por el otro mucho más de lo que cabría imaginar dado lo poco que se conocen, se cuentan cosas que no les han contado a nadie nunca y hacen cosas por el otro como si fueran una pareja casada desde hace veinte años (esto te lo hace saber el guion con detalles como que cambien las tareas cuando uno está agotado o que Ledger comprara sopa pese a que no le gustara porque Gyllenhaal está harto de comer judías). Son esas cosas que, independientemente de que se digan o no en voz alta, indican claramente al espectador que se quieren. Al principio quizá se pueda pensar que tan solo han congeniado y se están haciendo buenos amigos, pero pronto es evidente para cualquiera que hay algo más. Sé que me repito, pero es que salta a la vista.

Y ya para ir acabando, aparte de todas estas cuestiones tan subjetivas, está el hecho de que la película podrá resultarle algo lenta a cierto tipo de público, pero está más que claro que está notablemente bien dirigida, tiene una fotografía excelente, cuenta con una banda sonora que se adapta a la historia de manera perfecta y, por supuesto, se apoya en dos actuaciones (para mí ambos actores están igual de perfectos) sobresalientes en dos papeles más que complicados.

En conclusión, que la película es objetivamente de notable alto como mínimo y además me ha gustado bastante pese a que temía llevarme una decepción. Recomendable, por todo ello, a todo el que aún no la haya visto. Que las etiquetas que todavía le cuelgan algunos retrógrados no le hagan perderse a nadie una película así de buena.

Nota final: 8

Prácticamente desconocido, este pequeño conjunto de capítulos independientes, únicamente conectados entre sí por la Segunda Guerra Mundial, se lanzó en los años 90 como una serie de OVA's dedicadas a escarbar una vez más en el conflicto más importante de la historia del siglo XX.

Sus tramas son simples, de escasa profundidad, limitadas por su breve duración, pero los tres episodios de los que consta son lo bastante buenos como para que más gente les hubiera echado un ojo. Remueven la conciencia y te hacen reflexionar. Sí, es cierto, existen ya una infinidad de productos que tratan estos asuntos en mayor detalle y con más acierto, no voy a perder tiempo citando aquí algunos ejemplos, son demasiados y todos los tenemos ya en la cabeza. Pero tampoco se puede negar que las perspectivas de estos tres directores nipones, casi medio siglo después de la derrota del eje, resultan más que interesantes para todo aquel acostumbrado a devorar cualquier obra que trate de dar un nuevo enfoque a los hechos ya conocidos por todos.

La derrota, una honorable, recubierta de cierto rancio patriotismo, se muestra en los tres capítulos con dignidad y respeto; se buscan culpables, se critican las decisiones, los valores de una nación que ha cambiado desde entonces, aunque no demasiado. Se presenta a personajes arquetípicos cumpliendo el rol que les toca jugar. Nada sorprende demasiado, pero todo está bien hecho. La animación de las batallas aéreas es sobresaliente, similar al estilo que estaba imponiendo por aquellas fechas la emergente industria Ghibli. Quizá demasiado parecida en algunos aspectos a "Porco Rosso".

En conclusión, buen conjunto de historias, lastrado por las limitaciones de tiempo y por lo trillado del tema a tratar, pero más que correcto en líneas generales.

Nota final: 6.7

Quizá sea por las dos críticas que había leído previamente en esta página, por la basura que fue la segunda parte o porque mis expectativas eran muy pobres, pero he de decir que la tercera parte de Dragonheart no me ha parecido tan horrible como imaginaba.

Es cierto que sus personajes son planos y están interpretados con desgana, su trama es más simple que un capítulo de Xena la Princesa Guerrera y su parecido con la original no va más allá del nombre, pero no es deleznable como la primera secuela. Aquella era ridícula, patética y parecía hecha por un grupo de amigos que no se llevaban bien. Esta, al menos, no me produjo en ningún momento vergüenza ajena. De acuerdo, los efectos especiales son muy básicos y toscos, pero no más que los que podemos ver en cualquier producción de bajo presupuesto o en muchas series del canal sci-fi.

Otro punto a su favor es que no se cree más de lo que es. No es pretenciosa ni intenta ser emotiva como la primera. Tampoco esperéis ver grandes giros de guion ni evolución de los personajes. Todo es previsible y adivinas el final desde los diez minutos, pero no creo que mucha gente esperara ver algo así en un título de serie B como éste.

En definitiva, película pasable y más decente de lo que me esperaba. Si la primera forma parte de tu infancia es mejor que no la veas, pero a los que disfruten de las historias sencillas con dragones y caballeros no creo que les defraude demasiado.

Nota final: 5

(La real sería un 4, pero así compenso un poco ese 2 y ese 1 que me parecen bastante desproporcionados)

Astro Boy es la película de animación japonesa (aunque con director británico y famosos actores doblando a los personajes, como Donald Sutherland, Bill Nighy, Nicholas Cage, etc.) basada en los clásicos tomos de manga de los años 60. Llegó tarde a los cines españoles sin razón aparente e, inexplicablemente, fue un fracaso en la taquilla de EEUU.

La película no es novedosa, sorprendente ni magnífica en ninguno de sus sentidos, pero creo que aporta lo necesario para convertirse en una más que correcta cinta que gustará a los más pequeños y no dejará mal sabor de boca a los espectadores más adultos. Tiene un guion clásico, escenas previsibles y un final bastante predecible, pero contiene las suficientes dosis de humor y acción para entretener a cualquiera que la vea.

El diseño de personajes no es tampoco un punto en el que destaque, cumpliendo de manera pasable, y la historia cojea en ocasiones con un guion algo confuso (me da la impresión de que da algunas cosas por supuestas, haciendo que los que no hayamos leído el manga nos sintamos por momentos algo perdidos); pero lo compensa con un ritmo alto, unos cuantos gags simples aunque efectivos y algunos secundarios con bastante fuerza cómica.

En definitiva, Astro Boy es un producto quizá menor dentro del enorme mundo del cine de animación, pero no creo que decepcione a los seguidores del género.

Nota final: 6.7

La animación española no destaca demasiado dentro del panorama internacional, pero parece que últimamente empiezan a salir productos más que correctos. Los tiempos de "El Bosque Animado" o "El Cid" ya han pasado y ahora empezamos a encontrar una animación puesta al servicio de temas adultos como en "Chico y Rita" o "Arrugas".

Si es verdad que también se produce animación más infantil que, si bien no pueden competir con los grandes títulos de monstruos cinematográficos como Pixar, Dreamworks o Ghibli, al menos no nos sonrojan y resultan más que aceptables; "Planet 51" o "Tadeo Jones" son algunos ejemplos.

Sin embargo, es en la animación para adultos donde España podría encontrar algún hueco donde destacar. Arrugas puede ser perfectamente comparable con "Persépolis" o "Vals con Bashir", de origen galo e israelí respectivamente, las cuales fueron reconocidas tanto por crítica como por la audiencia como notables películas. Son cintas de animación dramáticas que narran historias que podrían ser interpretadas por actores de carne y hueso; pero que al ser realizadas mediante técnicas de animación novedosas consiguen sorprender más al espectador y calar durante más tiempo en la memoria.

Ya entrando en la película en sí, Arrugas expone la lucha contra la vejez desde diferentes puntos de vista. Dentro de ese asilo con piscina encontramos al optimista, al desencantado con la vida, a la que se enfrenta al paso del tiempo con valentía, a la que se sacrifica por amor y al que deja que todo pase sin más. La cinta se aleja del melodrama y consigue emocionarte con escenas cotidianas, agridulces y en ocasiones muy duras. El drama aparece sin que te des cuentas: estás sonriendo con las desventuras del protagonista y al momento sientes una pena tremenda por todo lo que ocurre a su alrededor y dentro de él.

Arrugas es una película que dura menos de 90 minutos, pero evoca mucho más. El trazo del dibujo es simple, pero la historia es tan potente que te impacta. Los flashback de los protagonistas son tan necesarios como cada línea de diálogo; no hay nada dejado al azar y, cuando llegan los créditos, te quedas escuchando esa canción como si fuera tu propia abuela la que canta.

La película, en definitiva, es de esas que remueven algo dentro de ti y seguramente la recordarás durante semanas o meses, quizá para siempre. Verla es casi una obligación para todos porque todos seremos ancianos algún día. Perdón, mayores.

Nota final: 8.1