Una historia tomada desde un determinado punto de la vida, hasta otro, sin tener que pasar nada especial entre medias necesariamente.

Los personaje están claramente marcados, un padre harto de muchas cosas pero que sigue cuidando de su familia, una hija timida, una amiga un poco excéntrica y demasiado moderna, el extraño vecino que no sabemos qué intenciones lleva... Y los caóticos detalles como las rosas.

Ideal para sentarse a ver algo igual pero diferente.

Con esta película de Jean Pierre Jeunet podemos pasar perfectamente una tarde de domingo, o el día que sea cautivados por ella, y unas cuantas horas después de que haya terminado.

Ésta pelicula muestra cosas a veces dificiles de ocurrir pero nunca imposibles, lo fácil que es hacer feliz a la gente sin perder nada, ver caras de felicidad y la satisfacción que produce esto en la protagonista.

Tambien tiene su punto de amor, lo romántico que podemos ir percibiendo a pequeñas dosis según avanza la película.

Y muchos misterios que descubriremos al terminar de verla.

Esta película tiene varias cosas que para mi gusto hacen que una película sea entretenida:

-La picaresca: alguien hace algo que no debe, pero lo disfruta tanto que nos parece tierno, y total, no perjudica a nadie.
-Podemos ver Roma, y eso atrae mucho... nos ponen una ciudad famosa e histórica de fondo y la cosa mejora.
- La princesa... ¿quién dijo que solo eran para cuentos de niños? hay princesas de verdad.

etc....

Cómo no... Audrey Hepburn, una de mis actrices favoritas haciendo un gran papel.