Curioso e irregular film de terror. A falta de una sinopsis en la ficha, os diré que una pareja se pierde por una de esas carreteras de la américa profunda. Intentando volver a la interestatal tienen un accidente y van a pedir ayuda a un misterioso hotel en el que se veran atrapados por un ambiente de pesadilla y unos personajes grotescos.
Pues por momentos estuve pensando que iba a ver un ínfimo subproducto de terror, repleto de tópicos y de carente de cualquier atisbo de imaginación. Sin embargo, conforme el filme avanza logró captar mi atención a base de unos personajes curiosos y una tensión bien administrada. Sin embargo, cuando empezaba a interesarme el desarrollo de los personajes, el nivel creciente de tensión y el puntito sádico tipo "saw"... un final complaciente, blando, edulcorado y de un convencionalismo que no le correspondía al resto de la película.
No nos engañemos, estamos ante un subproducto destinado a las estanterías de los videoclubs intentando enganchar a través del "tarantiniano" Michael Madsen. Sin embargo, es de agradecer que intente dar un pasito por encima de lo que el género suele ofrecer.

Biografía de un boxeador totalmente desconocido para el público no especializado en el boxeo, que desarrolló su carrera en los años setenta y cuya peculiaridad está en la relación con su hermano y el resto de la familia.
La película se decanta por utilizar un estilo narrativo casi documental, que sacrifica espectáculo en favor de realismo. Sin resultar novedosa, en los últimos años hemos podido ver la magnífica The Westler, la película aporta un puñado de buenas interpretaciones pese a que el resultado final queda un poco frío, tal vez porque el personaje principal, interpretado por Wahlberg con acierto y solvencia, es mucho menos atractivo que la mayoría de los secundarios que le rodean.
Mención a parte merece Christian Bale que se está convirtiendo, si no lo es ya, en un actor de culto; su mimetismo con los personajes que interpreta es a veces inquietante. Bale parece capaz de interpretar a 500 especies distintas de loco y/o torturado, aunque está por ver si es capaz con un personaje de persona normal... estoy seguro de que también lo hará bien, pero parece que tendremos que esperar.

Tras la estética de westarn apocalíptico, en realidad se esconde una de las películas más doctrinarias desde Marcelino pan y vino.
El aspecto del film recuerda, curiosamente, a The Road, bien podría tratarse de historias que sucedieran paralelamente en dos lugares del mundo, hay una coincidencia en el mundo post apocalipsis que describen, en la estética, en la descripción de las carencias, en algunas soluciones, pero sólo hasta ahí; difieren completamente en el tono y en la filosofía. el libro de Eli es una película ligera, de aventuras al fin y al cabo, apoyada en una idea, más o menos feliz, según para quién la mire.
Su virtud es ir de menos a más y acabar dejando un sabor de boca suficientemente satisfactorio como para que se nos olvide que durante los primeros 10 minutos de proyección no se nos obsequió con una sola palabra.
Washington y Oldman son lo mejor del filme, el primero es uno de los pocos actores del panorama actual con el aura suficiente para hacer creíble a su personaje, y el segundo tiene recursos de sobra para afrontar el papel de villano, sin tener que despeinarse.
Película para amantes de la ciencia ficción y de los comics, que no creo que acabe de convencer al gran público.

Película áspera e impresionante, que nos despoja de todo lo que poseemos, de todo por lo que luchamos cada día para enfrentarnos a las profundidades de nuestra alma, convirtiéndonos en seres hoscos, violentos y carentes de humanidad. En esas condiciones la película nos enfrenta a la pregunta ¿lucharías para vivier? ¿qué razones te llevarían a desear ver el gris amanecer del próximo día? Ante esa pregunta muchos nos responderíamos,"yo sería uno de esos cuerpoes que se balancean de una soga cuando ya no queda nada que comer y los depredadores te cercan. El protagonista del filme encuentra en su hijo la razón para ver nuevos amaneceres e iniciar una incierta Odisea en busqueda de un improbable Dorado que se encuentra en al ambiguo Sur.
Por momentos tenemos la impresión de estar ante una película de zombies, con la aterradora certudumbre de que no hay nada paranormal en esos seres, viles, crueles y alienados. El terror se produce al pensar en el ser que se esconde dentro de nosotros mismos, cuando, en la simplicidad de la visión de un niño, se pierde el fuego interior y uno pasa a convertirse en uno de los malos, cuando la humanidad se pierde y La Humanidad llega a su fin.
A destacar la potencia de los pequeños detalles, que acentúan el dramatismo proporcionando momentos realmente demoledores.

Nuevamente adaptación al cine de una novela que no he leído; tengo que leer más. He leído algunas críticas "profesionales" que hacían aclaración de determinados aspectos del libro, reprochando al Sr. Jackson ciertas licencias en la adaptación, pero que no me han aclarado hay quién hay que demandar por el fallido final. De todos modos, si el material argumental era así de blandito en su génesis, también podemos acusar a Jackson de elegir tan meloso material en lugar de conmovernos con un remake de "A sangre fría".
La película que, pese a todo, se deja ver, se resiente de navegar (seguramente a la deriva) por la parte menos interesante de la historia: ese mundo judeo cristiano casi calcado con el que Vincent Ward ya me aburrió en su lacrimógena "Más allá de los sueños". Ello provoca que no haya demasiado tiempo para revestir de carne a muchos personajes y que acaben por resbalarnos muchas de las escenas.
Sin embargo, además de las interpretaciones de Tucci (grande casi siempre) y Ronan, me ha sorprendido Rose McIver, en el papel de la hermana de la protagonista, en un papel que va adquiriendo peso a lo largo de la película y que protagoniza el momento más tenso, asesinato al margen.
En definitiva, una mala elección de guión que no salva Peter Jackson. O un mal Peter Jackson hundiendo una novela... vaya usted a saber.