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España España · Barccelona
Críticas de EL ALBATROS
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Críticas 223
Críticas ordenadas por utilidad
8
13 de agosto de 2021
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay hechos que definen la Historia, paisajes que la ilustran o recrean, pero hay películas que te invitan a descubrir las causas que mantienen a una sociedad rural secuestrada por el odio al de distinto color, cultura e ideología, apostados en la supremacía blanca católica, y eso es lo que propone esta excelente película basada en hechos reales, recreada y ambientada fielmente en el sur ancestral, estados como Georgia, Alabama, Tennessee y, por supuesto…, Mississippi. Estados confederados que mantienen esa nostalgia por las viejas costumbres que les llevaron a la Guerra de Secesión y que siguen ignorando el resultado. Lo anunciaba Rhett Butler en Lo que el viento se llevó: “Es difícil ganar una guerra con palabras. El Norte tiene industria, minas de carbón, astilleros, y pueden bloquear nuestros puertos. Nosotros solo tenemos esclavos, algodón y arrogancia”.

La trama de la película es – como se aprecia ya desde el primer plano, en el que aparecen los lavabos separados para blancos y para negros – la denuncia del racismo criminal que existía en el “profundo sur” norteamericano en la década de los años 60, a través de la recreación de unos hechos históricos, y que en cierto modo persiste. Un emotivo y poderoso alegato contra la segregación racial, la opresión de los negros y la ideología que sustenta el racismo. El film evoca unos hechos sucedidos en una época en la que, al hilo de la administración Kennedy, había una época de grandes luchas por los derechos civiles, liderado por Martin Luther King (“I have a dream”), una frase para un discurso que pasó a la historia. Tres activistas de la causa antirracista han desaparecido misteriosamente cerca de la ciudad de Jessup. La contraposición entre los dos agentes del FBI enviados a investigar, es un recurso narrativo que siempre funciona muy bien. En este caso, la rivalidad no es sólo de carácter o de estilo, sino que afecta a una cuestión moral de relieve: ¿hasta qué punto el Estado de Derecho ha de ser impotente para luchar contra el crimen respetando la legalidad?

Parker parece estar más interesado, además de la denuncia criminal, en la evolución personal de los dos agentes (un acierto absoluto de casting, están absolutamente geniales), que en la simple intriga detectivesca. El estupendo guión describe perfectamente a ambos: Dafoe es estoico, bien educado, perpetrado tras sus gafas de estudiante aplicado, encarna la sumisión a las normas, la fe en los métodos pacíficos, científicos; Hackman por su parte, ilustra la fogosidad, cierta rudeza, el coqueteo acostumbrado con la violencia, es la encarnación del ojo por ojo, en mi opinión, ese enfrentamiento es lo mejor del film. “Arde Mississippi”, a pesar de los años se mantiene fresca y apasionante, seduciendo al espectador con un ritmo endiablado y lacerante. Es evidente que el cine tiene una capacidad asombrosa para, la reflexión, como arte y entretenimiento, para concienciar y difundir actitudes intolerables que merecen el repudio absoluto, esta película creo que cumple sus objetivos. Muy recomendable.
EL ALBATROS
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8
2 de agosto de 2021
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tengo la impresión que la magia y el cine es un binomio que se complementa, la magia es como el cine, un profundo misterio con infinitas posibilidades creativas. Es lo que el director y su equipo han pretendido con “The Prestige”, combinar ambas artes. Cada espectador ve el truco o la historia que le exponen o narran, desde una perspectiva diferente, aunque el público tiene una respuesta unificada, cada individuo procesa la información de manera distinta, por lo que para generar el asombro o interés general, tienes que hacerlo para que todos se impresionen con lo que estás mostrando. La ventaja es que si te sale bien, el resultado es gratificante y si fracasas pues el ejercicio es estéril. Nolan es de los directores más personales y atrevidos de la actualidad, aunque no siempre acierte, en mi opinión aquí está estupendo en su habitual coqueteo con la ciencia ficción, mientras que en su último film “Tenet” me decepciona. Qué le vamos a hacer… “Nadie es perfecto…”.

El gran Michael Caine como experto maestro de ceremonias, abre la película anunciando los tres actos que debe cumplir un buen truco de magia: “La promesa”, en el que el prestidigitador muestra abiertamente al público, lo aparentemente común; “El giro”, que hace que ese algo cotidiano, provoque algo extraordinario; y, para acabar, “El prestigio”, que sorprende al espectador creyendo que asiste a algo nunca visto. Toda una declaración de principios con respecto al film que vamos a contemplar. Es entonces cuando caemos seducidos por ese misterio donde nada es lo que parece.

La cinta me ha fascinado explorando mecanismos narrativos en los límites entre lo real y lo ilusorio. Dos magos, interpretados por Christian Bale y Hugh Jackman, con el veterano Michael Caine como hilo conductor, un irreconocible David Bowie como Tesla y la siempre fascinante belleza de Scarlett Johansson, participan en un puzle narrativo apasionante. Se estructura en varios flash backs no cronológicos, que invitan al espectador a reflexionar sobre los motivos y circunstancias que mueven a los protagonistas en una escalada de ingeniosos trucos epatantes. Hay ciertos guiños cinéfilos al film “La huella” (Sleuth, 1972) de J. L. Mankiewicz, no solo por la presencia de Michael Caine, también por la lucha de egos y diferencias sociales entre sus dos protagonistas: Angier (Hackman) y Borden (Bale). El primero es de clase alta y puede permitirse comprar el talento ajeno para sus trucos, el segundo es de clase humilde, por lo tanto ambicioso que se esfuerza en crear trucos ingeniosos con su talento, pues su única manera de ascender socialmente es con su trabajo. Angier es un “showman” elegante que se sirve del talento ajeno, mientras que Borden es tosco, pero un perfeccionista que siempre busca superarse.

Basada en una adaptación muy libre de la novela de Christopher Priest, pues al parecer, la simplificaron porque tenía muchas historias paralelas. “El truco final” es una inquietante historia de enemistad y rivalidad llevada hasta inesperadas consecuencias, en una lucha fratricida de ambición por el éxito, desde premisas antagónicas en la ortodoxia de tan reputado oficio. Es también una mirada romántica sobre el mundo de los magos en una época, la Victoriana de finales del siglo XIX, donde no existía la radio y el cine estaba empezando a nacer y relacionarse con la magia, algunos de esos magos se pasaron al cinematógrafo, como Meliés entre otros, pues los magos y los cineastas se entregan a una ilusión. Una ilusión y una magia creada por Nolan sin trucos digitales ni artimañas modernas, lo cual dice mucho del director que se afana en hacerlo prescindiendo del socorrido ordenador, en una trama llena de sorpresas y giros inesperados que van subiendo la tensión emocional hasta extremos insospechados. Una película que sigue creciendo con el paso del tiempo por su audacia.
EL ALBATROS
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10
6 de febrero de 2021
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y sigue tan fresca, atractiva, conmovedora y divertida como entonces. La han remasterizado con las nuevas tecnologías, han mejorado la imagen en 4K, pero lo fundamental sigue intacto después de un siglo, su argumento sigue siendo válido porque aboga por temas universales ajenos a las modas. Un melodrama en clave de comedia que resume y profundiza en el personaje de Charlot, reproduciendo lo mejor del pícaro vagabundo, ahondando en el tema social, denunciando la hipocresía de una sociedad arribista e insolidaria. El lujo, el éxito y el dinero como metas para ser felices, la persecución del desfavorecido por la autoridad, unos dirigentes de asuntos sociales que se muestras agrios y desconsiderados. Sus escenas son memorables, y se suceden sin respiro, todo está hilvanado para no malgastar ni un segundo de atención a lo que sucede en la pantalla.

En esta producción ya aparece la conciencia social y política, e incluso moral, ausente hasta entonces. El cineasta empezó el film diez días después de la muerte de su primer hijo, hecho que pareció reavivar súbitamente su creatividad. El afortunado descubrimiento de un prodigioso actor infantil, alter ego perfecto de Chaplin, le permitió desarrollar una evocación doblemente autobiográfica: a través del pequeño Jackie Coogan revivía episodios dolorosos de sus primeros años, mientras que transferían a su relación casi paternal con el niño (que la tragedia acababa de frustrar en la vida real) las carencias de su propia infancia desamparada.

El film te lleva de hilaridad absoluta a la emoción dramática sublime por momentos, su puesta en escena es modélica y descriptiva, apenas necesita letreros, todo es visual y queda marcado en cada plano, su montaje es admirable por la precisión de quien llevaba a sus espaldas multitud de cortos durante seis años. Chaplin es la figura más carismática del cine de todos los tiempos. Supo transformar un género menor que consistía en persecuciones de policías y lanzamientos de tartas en el más importante del pasado siglo. Y no sólo por su calidad de actor, sino también de productor y director, de guionista y compositor. No dejó de evolucionar durante toda su carrera, su inconformismo y su capacidad de superarse contra las adversidades le catapultaron a ser el icono del cine. Había adquirido una gran experiencia durante los años anteriores en la “Keystone”, “Essanay”, “Mutual” y desde 1918 trabajaba para la First National, por la tanto, conocía perfectamente el oficio, pero aún estaban por llegar sus grandes obras maestras. Ésta es la primera de una serie gloriosa.

La película está trufada de gags magistrales y divertidísimos, que se alternan con escenas melodramáticas muy emotivas. “El chico” fue retocada en 1971 por Chaplin eliminando tres escenas de la madre (Edna Purviance) del chico, que no mejoraban el relato y añadiendo una magnífica música melodramática compuesta por él mismo que realza la emoción y las aventuras de estos dos pícaros entrañables. El cineasta consigue seducirnos con la insignificancia física del vagabundo, su ternura, su delicadeza, su tenacidad y su imaginación. Chaplin era mucho más que un simple cómico, era un payaso y esa era la diferencia. Los cómicos te hacen reír, pero enseguida te olvidas de por qué reías. Pero los payasos te hacen reír y llorar, eso no se olvida nunca porque comprenden y conocen el alma humana. Nada más comenzar el film, Chaplin nos advierte: “una película con una sonrisa y, quizá, alguna lágrima”, como reza su primer rótulo, pecando de modesto y humilde combina por primera vez ambos elementos con plena eficacia. Su muy recomendable primera obra maestra.
EL ALBATROS
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7
15 de enero de 2021
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Viva Zapata! nunca se ha considerado como un gran film de Kazan, fue una película entre dos grandes éxitos con el mismo Marlon Brando: "El tranvía llamado deseo" y "La ley del silencio". El cineasta atravesaba una crisis personal por el tema de la "Caza de brujas", pues había delatado a muchos de sus compañeros que eran o habían sido militantes comunistas, seguramente agobiado por no perder su trabajo y estatus profesional en la industria, lo que no significa que a día de hoy no merezca revisarse. Puede parecer un western o una película de aventuras, pero en el fondo lo que prevalece es una reflexión sobre el poder, una fábula moral sobre la justicia social y los políticos y militares dispuestos a traicionarla y por lo tanto, engañar al pueblo para que aunque haya algunos cambios aparentes, en realidad todo permanezca igual, el pueblo siempre será el que sufra la explotación de los caciques y terratenientes dispuestos a traicionar las buenas intenciones de líderes populares como Emiliano Zapata o Pancho Villa.

Filmada en Durango (Colorado), Nuevo Méjico, y otros lugares de Méjico. La acción principal tiene lugar en el Sur de Méjico, entre 1909 y 1919. Emiliano Zapata (Brando), líder del movimiento campesino que reclama las tierras propias ocupadas por terratenientes. Ante el fracaso de las gestiones pacíficas para la reforma agraria, se erige en uno de los cabecillas de la insurgencia contra el presidente Porfirio Díaz (Fay Roop), despótico y tiránico. En marzo de 1911 se incorpora con los suyos a las fuerzas maderistas, que junto con las de Pancho Villa (Alan Reed) provocan la caída de Díaz. El nuevo presidente, Francisco Madero intentará cambiar la situación.

A Kazan no le interesaba el realismo entendido como descripción de las apariencias, sino como una reformulación de una realidad estilizada. Maneja personajes de fuertes contrastes emocionales sin caer nunca en la caricatura ni en el folletín. Anthony Quinn borda a un impetuoso y carismático hermano, de hecho fue Oscar secundario por el rol. Jean Peters cumple bien como esposa, pero sobre todo destacaría al más complejo de los papeles, Alfredo Aguirre al que da vida un gran Joseph Wiseman, un tipo ladino que representa a los arribistas que con la noble pretensión de ser notarios de la realidad, se acercan a los carismáticos personajes y toman un partido no siempre leal.

La música original es de Alex North, autor de una partitura de profundo dramatismo, que incluye canciones populares, como "Valentina", "Las mañanitas" y otras. La fotografía del gran Joseph MacDonald plasma unas imágenes áridas de singular belleza, sombras expresionistas, preferencia por los claroscuros y movimientos de cámara de gran precisión. El guión algo esquemático del dramaturgo John Steinbeck aborda los últimos diez años del líder campesino, resume una historia compleja y turbulenta, que avanza a un ritmo intenso y descarnado. Es admirable la penetración psicológica que consiguen unos personajes arrastrados por el destino. El misterioso caballo blanco de Zapata desató el romanticismo, desencadenando el mito y confirmando la leyenda por la libertad frente a la tiranía que pervive más allá de la vida de los hombres. La revolución idealizada según Hollywood.
EL ALBATROS
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8
24 de octubre de 2020
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sólo 9 reseñas en 15 años de vida de Film Affinity demuestra el escaso interés que suscita esta gran película, seguramente desconocida por los jóvenes aficionados al cine. Es por ello y tras visionarla, una vez más con satisfacción, me atrevo a recomendar y escribir algo positivo sobre ella y su autor. El título de mi reseña alude al nombre original del film de Huston, que resume perfectamente el espíritu de este relato, un romance intimista en el marco del drama bélico, sostenido por dos magistrales actores a los que el Oscar de Hollywood ignoró, otorgándoselo sólo como homenaje a toda una carrera. Basado muy libremente en una novela mediocre según el propio director que tuvo que mejorarla. El gran Alfred Hitchcock, aseguraba que era preferible adaptar una novela mala, siempre susceptible de mejorarse a adaptar una novela excelente y rica en matices porque era más difícil plasmarla, es por ello que nunca adaptó grandes obras de la literatura. John Huston fue un “animal cinematográfico”, guionista, director, actor y maestro creador de un puñado de obras maestras: “El tesoro de Sierra Madre”, “La jungla de asfalto”, “La reina de África”, “Moulin Rouge”, “Moby Dick” , “El hombre que pudo reinar” o “Dublinesses”, que en esta web se ha valorado con cierta displicencia por los aficionados.

Fue el cineasta de los perdedores y la poética del fracaso, de los aventureros tanto personal como intelectualmente, de los inadaptados, de los esforzados de la utopía, de los desarraigados, de los inconscientes románticos. Sus personajes transmitían humanidad y cercanía, vulnerabilidad y desesperanza. En cada obra transmitía sus vivencias y pasiones que le definían como persona vitalista y amante de los viajes exóticos, indómito e inquieto, pero amante de las artes. Todo lo expresado casi se dan cita en este excelente film en Cinemascope y Tecnicolor con una prodigiosa fotografía, en un duelo interpretativo (Mr. Allison, Robert Mitchum versus Angela, Deborah Kerr) poderoso y absorbente en sus mejores años de gloria. Ambos dan el perfil físico perfecto y el talento para lograrlo, él como huérfano abandonado y golfillo de reformatorios en su juventud que encuentra en el ejército, el sentido a su vida y ella como una monja irlandesa cuyos votos están pendientes de ratificar para dedicarle su vida a Dios.

Dos personas antagónicas en principio (él no entiende cómo una joven tan bella puede meterse a monja y ella no entiende cómo un hombre puede ser un soldado), aisladas en una isla desierta del Pacífico en plena guerra con Japón. Dos seres desvalidos y desconectados de la institución a la que pertenecen, Ejército e Iglesia, y por tanto vulnerables a una amenaza exterior que puede ser la fuerza de los sentimientos en la supervivencia ante la adversidad. La fuerza moral y la debilidad humana se ponen a prueba en situaciones límite, dentro de una vorágine de peligros tanto físicos como morales, dentro de una prolongada convivencia. Hay gestos evidentes, miradas cómplices, situaciones angustiosas que descubren sentimientos ocultos. Todo ello nos invita a vivir la aventura en un drama romántico y prohibido que deja una puerta abierta a la esperanza y que detallo en Spoiler. Por todo lo comentado y sugerido, en mi opinión, la convierte en una obra imperecedera y auténtico clásico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
EL ALBATROS
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